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A partir de 2020 y durante lo que va de 2021, hemos vivido en estado de alerta ante un virus capaz de matar a más de cuatro millones de personas.

Pero este virus solo agregó más dolor al que ya estábamos experimentando. El Centro de Monitoreo de Desplazamientos Internacionales (IDMC) dice que de las últimas décadas, 2019 es considerado el año en que hubo más desastres.

Llegó 2020 y la zozobra continuó. Se incrementaron los suicidios, las adicciones, la violencia familiar y los divorcios, aumentó la ansiedad, se agravó la violencia. Ya nos dimos cuenta de nuestra impotencia ante la adversidad, de que no controlamos nada. En extremo perversas son las mentes que han convertido a este mundo en basurero, campo de guerra y cementerio. Como dijo Jesús: “Un enemigo ha hecho esto” (S. Mateo 13:28).

Ante esta realidad, acudimos a la Escritura en busca de soluciones. Y la Escritura responde: “De estos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio” (Judas 14, 15). San Judas registra una profecía que es también una preciosa promesa. Anuncia el segundo advenimiento de Jesucristo, quien pondrá fin a toda clase de mal.

En esta declaración encontramos varias verdades importantes sobre la promesa del segundo advenimiento de Cristo.

El que anuncia la promesa. En el quinto capítulo del libro del Génesis, en la séptima generación desde Adán, cerca de 3,300 años antes del nacimiento de Cristo, se registra el nombre de Enoc. Dios le reveló a Enoc la promesa antes del diluvio, para beneficio de aquella generación y de las que vendrían.

El que registra la promesa. Judas comienza su libro diciendo: “Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Jacobo”. San Marcos lo identifica como hermano de Jesús y de Jacobo: “¿No es este el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón?” (S. Marcos 6:3). Esta información es muy importante, pues aunque Jesús mismo anunció la promesa de su segundo advenimiento, cuando Judas escribió su libro, cerca de 67 d.C., cita el anuncio hecho por Enoc hacía 3,300 años, indicando que la promesa anunciada por ambos era la misma.

Cristo vendrá. Enoc había dicho: “He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares”. Este es un anuncio de la promesa del segundo advenimiento de Cristo. Nadie más vendrá “con sus santas decenas de millares”, solo él.

La conducta de Enoc. Prestemos atención a la conducta de Enoc. “Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios” (Génesis 5:24). El conocimiento que Enoc tenía de la promesa del segundo advenimiento de Jesús y la predicación de este acontecimiento, lo motivó a vivir más cerca de Dios, tan cerca que “le llevó Dios”.

Hoy el Espíritu Santo te invita a abrazar esta esperanza. él quiere que sepas que Jesucristo volverá, y lo ha anunciado con mucha anticipación. Prepárate para encontrarte con él.

El autor es conferenciante internacional. Escribe desde Nueva York.

La promesa anunciada

por Dionisio Olivo
  
Tomado de El Centinela®
de Septiembre 2021