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Hay muchos beneficios en hacer ejercicio regularmente. Lo hemos sabido desde hace tiempo. Pero hay otro potencial beneficio para las personas que cada semana realizan la cantidad de actividad física recomendada, 150 minutos: una mayor resistencia al COVID-19. Exploremos cómo el ejercicio puede tener beneficios en relación con este virus, y cómo la inactividad puede aumentar los riesgos.

La inactividad

Un estudio de la revista British Journal of Sports Medicine, publicado en línea el 13 de abril de 2021, reveló que los pacientes con COVID-19 que estaban “constantemente inactivos” presentaban una probabilidad de 226 por ciento más de ser hospitalizados, un 173 por ciento más de probabilidades de ser ingresados en una unidad de cuidados intensivos (UCI), y un 149 por ciento más de probabilidades de morir. La autora del estudio, la doctora Deborah Rohm Young, declaró: “Creemos firmemente que los resultados de este estudio representan una pauta clara y práctica que las poblaciones de todo el mundo pueden utilizar para reducir el riesgo de resultados graves de COVID-19, incluyendo la muerte”.

Beneficios del movimiento

El ejercicio regular puede mejorar la función inmunológica. La doctora Young se expresa de esta manera. “Sabemos desde hace mucho tiempo que la función inmunológica mejora con la actividad física regular, y que aquellos que son activos regularmente tienen una menor incidencia, intensidad de síntomas, y probabilidad de muerte por infecciones virales”. Según ella, también los beneficios incluyen una mayor capacidad pulmonar y una mejor función cardiovascular y muscular, que pueden servir para disminuir los impactos negativos del COVID-19.

En otro estudio de British Biobank, realizado con 387,109 adultos en el Reino Unido, los investigadores encontraron que la actividad física era un predictor muy fuerte de menos complicaciones con COVID-19.

Los resultados son incuestionables. Es tiempo de poner en práctica las conclusiones de estos estudios, haciendo ejercicio cinco a seis veces por semana, treinta minutos por día. Si no tienes una rutina o el hábito de hacer ejercicio, puedes empezar con dos a tres veces por semana; pero antes consulta a tu médico para evaluar tu estado físico. Si fuera necesario, empieza con ejercicios moderados, como la caminata, durante poco tiempo, hasta que puedas alcanzar los 30 minutos al día, cinco a seis veces por semana.

El impacto positivo que el ejercicio tiene en el cuerpo, y el impacto negativo de la inactividad, son indubitables. La ciencia lo ha demostrado. Por otra parte, El COVID-19 no debe tomarse a la ligera. Haz todo lo posible por ejercitarte y así fortalecer tu sistema inmunológico para combatir mejor el COVID-19 y otras enfermedades también. Es la parte que te corresponde; a Dios le corresponde protegerte con sus recursos divinos. Con el poder de nuestro Señor Jesucristo a tu favor, comienza hoy a vivir una vida más activa y sana.

El autor es nutricionista y entrenador personal. Escribe desde Seattle, Washington.

El ejercicio y el COVID-19

por Oscar Santana
  
Tomado de El Centinela®
de Octubre 2021