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Los mejores historiadores no solo relatan el devenir de los acontecimientos, sino que buscan su sentido más profundo. El paso inexorable del tiempo va fabricando la historia que nosotros como participantes no apreciamos inmediatamente, pero que en el futuro revelará su impacto en el pensamiento y los cambios que dan forma a individuos y sociedades. Con un sentido de humildad ante el proceso histórico, he aquí una selección de algunos sucesos importantes de los últimos meses.

En 2009:

  1. El presidente Barak Obama acepta la presidencia de los Estados Unidos el 20 de enero. Es el primer presidente afroamericano del país. Su postura política promete mejores relaciones con el resto del mundo y mejores relaciones interraciales en el país.
  2. La crisis económica que comenzó en septiembre de 2008 en los Estados Unidos, se transforma en una crisis mundial. El ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, señala que la avaricia en el corazón humano está a la raíz de esta y toda otra crisis futura. El desempleo entre los hispanos en los Estados Unidos alcanza el 13 por ciento (Economic Policy Institute, www.epi.org). Se estima que para 2015, de 1,5 a 2,8 millones de niños mueran a raíz de la crisis (www.worldbank.org).
  3. Aparece la gripe porcina en abril. Hasta septiembre habían muerto unas 2.840 personas alrededor del mundo, según la Organización Mundial de la Salud. Según un panel asesor presidencial, en los Estados Unidos podría causar hasta 90.000 muertes en el invierno 2009/2010, y será el virus predominante en 2010 (www.cdc.gov).
  4. Arrecia la guerra contra el narcotráfico en México. Hasta septiembre 2009 había más de 1.000 muertos por el narcotráfico en México y unos 12.000 desde su inicio hace tres años (www.univision.com). Las ciudades fronterizas de Juárez y Tijuana se ven severamente afectadas.
  5. Mueren personas notables en el mundo artístico y político. Michael Jackson muere por sobredosis de fármacos y concluye una carrera de logros impresionantes y una marcada extravagancia. En fecha cercana murió Farrah Fawcett, la estrella de los “Ángeles de Charlie”, tras una valiente lucha contra el cáncer rectal, y permite que filmen sus últimas semanas como testimonio a otros sufrientes. El 25 de agosto pasó al descanso el senador Edward “Ted” Kennedy, bastión de la política liberal, y hermano menor de un presidente y un procurador general de los Estados Unidos. Concluye con él la famosa dinastía Kennedy iniciada por el patriarca Joseph, empresario y embajador norteamericano de gran fortuna.
  6. La organización Relief Web registró 95 desastres naturales importantes hasta el mes de septiembre. Estos incluyeron terremotos en Indonesia, Georgia, China, Panamá y Honduras, e inundaciones y deslices en África occidental, Turquía, Guinea, Paquistán, México y Guatemala. Hubo fuegos forestales importantes en Grecia y en California.
  7. Hay crisis de gobierno en Honduras, Paquistán, Tailandia, Mauritania, Nepal, Guatemala y Zimbawe. Las tropas norteamericanas siguen enfrascadas en los conflictos de Irak y Afganistán. El Congreso y el Senado norteamericano estuvieron casi todo el año trabados en discusiones sobre un plan de reforma de los servicios de la salud en los Estados Unidos. Las protestas contra el plan del presidente Obama incluyeron insultos contra el presidente y el surgimiento de organizaciones de extrema derecha con visos de racismo.

¿Es éste un año común? ¿Será que los jadeos de este mundo se están tornando más profundos y complejos? ¿Habrá algo que aprender de lo que hemos vivido en 2009?

Los estudiosos de la Biblia pueden notar bastante concordancia entre las noticias de 2009 y las señales del fin mencionadas por Jesús en Mateo 24. Definidamente hay “guerras y rumores de guerra… pestes… terremotos… [un aumento de la] maldad” y un grado importante de “tribulación” (ver San Mateo 24:4-21). ¿Hasta cuándo esperará el Señor para detener el curso de la historia? Solo él sabe.

A nivel humano y personal, podemos intentar deducir algunas lecciones de las grandes noticias de 2009. Quizá la palabra que mejor describe el cuadro general es “crisis”. Los disturbios políticos, sociales y naturales quizá no nos afectan a todos directamente, pero sin duda afectan a alguien que conocemos. Y aunque la crisis comience fuera de usted y responda a circunstancias externas, siempre se torna interna. Incluso las malas noticias se cobran una cuenta de energía vital y contribuyen a episodios de depresión.

Una cosa es cierta, a usted y a mí nos va a tocar enfrentar algún tipo de crisis en el futuro. ¿Qué hacer cuando seamos tocados por la crisis?

Al igual que el cuerpo humano concentra su circulación en los órganos centrales en caso de trauma, cuando somos golpeados por la vida nos toca replegarnos en lo que somos adentro, en el núcleo de lo que somos y creemos. En estos momentos nos concentramos en repeler el dolor y contener los daños que nos causa la agresión o situación ofensiva.

El impacto puede extenderse por horas o días, según el tipo de crisis. Pero hay varias decisiones ante la crisis que pueden ayudarnos. Podemos decidir enfrentar la crisis y no meramente reaccionar ante ella. La pasividad inicial debe dar lugar al análisis de las circunstancias, el problema en sí y las opciones que tenemos. Decida qué es lo que usted puede hacer razonablemente y lo que no puede hacer. Entienda que necesita cuidar de su cuerpo durante momentos de mucho estrés. Haga una lista de las actividades críticas y las no esenciales. Elimine lo superfluo.

Busque ayuda. La autosuficiencia tiene sus límites. Comparta con un grupo de apoyo cómo se siente. Sea auténtico sin caer en lo melodramático.

Reconozca sus temores pero no permita que lo dominen. Los sentimientos de temor y desesperación generalmente no son muy útiles cuando se trata de encontrar soluciones o aceptar ciertas situaciones. Concentrarse en la angustia de lo que podría pasar puede robar sus energías y dilatar los cambios positivos. La manera en que reaccionamos ante los problemas es tan importante como el problema mismo.

No se olvide de orar. Orar a un Dios misericordioso y poderoso puede ayudarnos enormemente a reaccionar adecuadamente. Cuando oramos, estamos eligiendo la bondad, la gracia y la bendición que provienen constantemente de Dios. No importa cuáles son las circunstancias, podemos hacer una pausa para orar de todo corazón y pedirle a Dios que nos muestre qué decisiones nos conviene tomar.

Sepa que Dios tiene el control definitivo de la historia humana. Confíe en que Dios será victorioso en el conflicto final. Cuando elegimos a Dios estamos en el bando ganador. Una escritora cristiana de renombre describió el concepto bíblico de la presencia de Dios en la experiencia humana de la siguiente manera: “En los anales de la historia humana, el desarrollo de las naciones, el nacimiento y la caída de los imperios, parecen depender de la voluntad y las proezas de los hombres; y en cierta medida los acontecimientos se dirían determinados por el poder, la ambición y los caprichos de ellos. Pero en la Palabra de Dios se descorre el velo, y encima, detrás y a través de todo el juego y contrajuego de los humanos intereses, poder y pasiones, contemplamos a los agentes del que es todo misericordioso, que cumplen silenciosa y pacientemente los designios y la voluntad de él” (Elena G. de White, Profetas y reyes, p. 366).

Comencemos el nuevo año aferrados por la fe a Aquel que todo lo puede. Con su ayuda podemos enfrentar la crisis y salir victoriosos.


El autor es director de EL CENTINELA.

El 2009 en perspectiva

por Miguel A. Valdivia
  
Tomado de El Centinela®
de Diciembre 2009