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El comienzo del año nuevo es ideal para fijar metas nuevas o volver a comprometerse con un mejor estilo de vida que incluya la práctica constante del ejercicio. Algunos empiezan como tortugas (paso a paso), otros como liebres (rápido y saltando), pero cuando llega febrero, el tizón encendido empieza a apagarse. Según U. S. News, el ochenta por ciento de las personas pierden las fuerzas, se desaniman en concretar sus resoluciones, y para mediados de febrero todo queda en el camino.

Levanta la cabeza, no te conviertas en parte de la estadística. Sigue estos secretos y verás que sí se puede lograr las metas de salud que te propusiste.

Toma vacaciones

Este secreto es uno de los favoritos de mis pacientes y de otras personas a quienes he orientado en el proceso de “ponerse en forma”. Toma unas vacaciones luego de unos cinco o seis meses de haber iniciado tu programa de ejercicio físico. Esa será la recompensa por tu arduo esfuerzo. ¿Ya visualizaste esa playa? Ahí estás tomando agua de coco, caminando de la mano con la persona que más amas. Esto funciona; mucho más si piensas que tendrás una mejor figura en la playa. Todos queremos sentirnos seguros y cómodos en nuestro cuerpo. Este secreto será tu catalizador para llegar a la recta final. ¿Dónde estarás dentro de cinco o seis meses? ¡Reserva tu tiempo de vacaciones ahora mismo!

Un motivador

Este secreto es vital. Es muy raro encontrar a una persona sola con esa chispa de motivación para ir al gimnasio y mantenerse en una rutina de ejercicio constante. Busca a alguien que te acompañe durante este viaje y que te ayude a cruzar la meta final. Debe ser alguien que te impulse, te anime y te diga la verdad aun cuando te duela. Si no tienes a esa persona, invierte en un fitness coach. Créeme, vale la pena. Este coach se asegurará de derribar tus excusas y de que prosigas aun cuando todo te parece difícil y desanimador. Todo lo que vale la pena tiene su precio, y tu salud y tu vida la valen.

Agenda tus entrenamientos

Así como agendas una reunión en tu trabajo y la colocas en tu calendario, haz lo mismo con tu rutina de ejercicio físico. Y decide que tu “compromiso programado” no es negociable, a menos que se presente una emergencia. ¿Qué poner en la agenda? El día, el horario, la frecuencia, la duración del entrenamiento y la promesa de “una actitud positiva”. Sé específico. Anota los días de la semana en que vas a ejercitarte y el horario, que, en lo posible, debe ser siempre el mismo. Apunta cuánto tiempo te ejercitarás y qué actitud llevarás. Te sugiero que te digas a ti mismo antes de comenzar: “Hoy voy a dar lo mejor de mí”. Esto será suficiente, porque cuando haces tu parte, el resto le corresponde a Dios.

¡Felicitaciones! Has decidido que esta vez avanzarás más allá de febrero, y que tu resolución se convertirá en realidad. Tu reservación para vacacionar en el lugar que tanto has deseado visitar está lista, encontraste la persona ideal para formar parte de tu equipo de motivación y que te acompañará hasta la meta, y ya anotaste en tu agenda los días, el horario, la duración del entrenamiento y la promesa de una actitud positiva. Estás listo. Comienza. Y cuando te desanimes, clama a Dios, que todo lo puede. Con él y por él tus metas van a cumplirse conforme a su voluntad. ¡Felicitaciones!

El autor es nutricionista y entrenador personal. Escribe desde Seattle, Washington.

3 secretos para permanecer haciendo ejercicio

por Oscar Santana
  
Tomado de El Centinela®
de Febrero 2022