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Hacía frío aquella mañana cuando salí de casa muy temprano para volar de Tampa a Chicago. El aeropuerto me quedaba a 64 km (40 millas) de distancia en automóvil. Iba con el propósito de presentar un seminario sobre vida familiar en un congreso juvenil. Me tocó sentarme en el asiento 10-C y a mi lado se sentó una joven que estaba leyendo precisamente un artículo sobre el tema de la familia.

Tan pronto se presentó la oportunidad, la felicité por su interés en el tema y le pregunté si era casada, a lo que respondió que todavía no. “Acabo de cumplir 27 años y no pienso casarme todavía —me dijo—. Vivo con mi novio desde hace cuatro años, nos entendemos bien, nos amamos; pero no queremos casarnos hasta que hayamos realizado nuestros gustos personales y aspiraciones profesionales. Queremos viajar, terminar nuestros estudios universitarios, gozar de nuestra juventud y luego, si las cosas siguen bien, pensaremos en el matrimonio y... quizá en tener uno o dos hijos”.

El pensamiento de aquella joven puso de manifiesto el sentir de muchos jóvenes hoy día. Miran al matrimonio y la formación de una familia como una opción más en la vida del ser humano, no como la realización de un plan divino para perpetuar la raza humana y brindarle a la persona compañerismo y pertenencia. Ojalá hubiese acudido a la Biblia para entender el propósito genuino del matrimonio.

ORIGEN Y PROPÓSITO DIVINO DE LA FAMILIA

¿Cómo describe la Biblia la creación del primer matrimonio?

“Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase… Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él… Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre… Y estaban ambos desnudos, Adán y Eva, y no se avergonzaban” (Génesis 2:15, 18, 21, 22, 25).

El único registro verídico y completo que tenemos del origen de la familia, se encuentra en las Sagradas Escrituras. Según la Biblia, la familia fue instituida por Dios mismo. Fue la manifestación de un Dios bueno, que desea la felicidad de sus hijos terrenales.

En el sexto día de la creación, luego que Dios hubo creado un ambiente hermoso y encantador para los seres humanos, puso en éste a la primera pareja para que lo gozara. ¡Qué Dios tan bueno! Fue como un padre que cuando su hijo se casa, le provee todo lo necesario con la única condición de que le den nietos para disfrutarlos.

En el Edén, Adán y Eva disfrutaban de árboles frutales, flores bellas y olorosas, animales que les obedecían, agua pura y cristalina, una casa hecha con enramadas y un clima confortable. ¿Qué más podrían necesitar?


LA PRIMER BODA

Como vimos en la lectura bíblica, Dios primero creó a Adán y éste estuvo solo por algún tiempo. De esta manera, Adán reconoció su necesidad de una compañera y apreció mucho más la llegada de Eva.

¿Qué recomendación fundamental les hizo Dios cuando los unió en matrimonio?

“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Génesis 2:24).


¿Con qué propósito creó Dios a Adán y Eva?

“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra” (Génesis 1:27, 28).

La intención de Dios era que la primera pareja viviesen juntos y tuviesen hijos e hijas. También habrían de administrar los dones recibidos de Dios como mayordomos de la creación.

Acerca de la relación entre el hombre y la mujer, una escritora cristiana escribió:

"Con una parte del hombre Dios hizo a una mujer, a fin de que fuese ayuda idónea para él, alguien que fuese una con él, que le alegrase, le alentase y bendijese, mientras que él a su vez fuese su fuerte auxiliador. Todos los que contraen relaciones matrimoniales con un propósito santo —el esposo para obtener los afectos puros del corazón de una mujer, y ella para suavizar, mejorar y completar el carácter de su esposo— cumplen el propósito de Dios para con ellos” (El hogar cristiano, p. 84).

En las siguientes lecciones comenzaremos a considerar la manera en que Dios desea restaurar la familia según el propósito original de su creación.


RESUMEN:

Dios el Creador estableció el matrimonio para compartir su amor con seres hechos a su imagen. Adán y Eva fueron creados y casados para vivir en una relación santa y dichosa. El matrimonio es una institución sagrada que sirve como base de la familia y la sociedad.

MI DECISIÓN:

He comprendido el origen divino del matrimonio y la familia; por eso me propongo de ahora en adelante trabajar por la felicidad y el bienestar de mi hogar, conforme al plan de Dios.

Origen y naturaleza de la familia

por Adly Campos
  
Tomado de El Centinela®
de Mayo 2010