Un gran amigo me hizo esta pregunta. Sin responder, pensé: En mi familia haremos lo mismo que hemos hecho durante más de cincuenta años, ya que este es uno de los eventos que nos mantienen unidos: Daremos gracias a nuestro Padre celestial por haber enviado a Jesucristo para demostrarnos su gran amor por la humanidad.
Analicemos el porqué de la pregunta. Hemos visto pasar muchas epidemias: de viruela, sarampión, varicela, influenza y varias de las 39 especies de la familia coronavirus ALFA y BETA. Fueron descubiertas en la década de 1960, y se han estado estudiando desde entonces.
Sabíamos cómo se transmiten estas infecciones: su incubación, contagio, síntomas, duración; incluso sabemos el mapa genético o genoma del COVID-19. A pesar de contar con todos estos conocimientos, la gran mayoría de los médicos de cualquier especialidad, aun los epidemiólogos, nos hemos topado con un virus nuevo para el que no hay inmunidad, y que a todos nos ha hecho pasar la peor pesadilla del siglo.
Nunca habíamos visto y oído tantas noticias en la televisión y en la radio, así como por medio de las redes sociales, los periódicos y las revistas. Se han publicado más de 42 mil artículos científicos sobre esta enfermedad. Ahora conocemos su ciclo biológico, cómo entra en las células, los problemas de coagulación (por afectar a los endotelios) en algunos pacientes, y una respuesta inmune exagerada (tormenta de citoquinas) que acaban en embolias pulmonares, infartos, ictus, problemas hepáticos, de riñón, e incluso alteraciones en el sistema nervioso.1
Se sigue estudiando el porqué muchas personas no presentan síntomas, el papel que juegan la inmunidad cruzada, las reinfecciones, y el efecto de la enfermedad a largo plazo. Es probable que el COVID-19 conviva en los próximos años con otros patógenos respiratorios, y hasta que nos pongamos la vacuna, seguiremos cuidando la sana distancia, poniéndonos el cubrebocas y todo lo que hemos aprendido a hacer para protegernos de este diabólico virus.2
Infodemia
Por otro lado, la excesiva información sobre el COVID-19 ha producido una “infodemia”, lo que ha confundido a mucha gente y ha llevado a miles a la ansiedad, la angustia e incluso al suicidio, a tal punto que ya no queremos saber más de esta pandemia.
Volvamos a la pregunta sobre Navidad, que por cierto compartí con mis familiares y amigos. Te comparto lo que algunos harán: invitar solo a la familia cercana, tener una cena sencilla y saludable; tener juegos de mesa, apagar los celulares o no usarlos mientras dure la reunión; acampar con la familia, sin arbolito ni regalos; salir con la familia y cantarles a los vecinos a cinco metros (quince pies) de distancia de sus casas, llevarles alimentos, desinfectante, papel higiénico, cubrebocas, juguetes, material de salud mental, la revista El Centinela y el libro El camino a Cristo.
Navidad revolucionaria
Te invito a tener una Navidad diferente a la de los años pasados, ya que esta pandemia nos ha dado una gran lección de vida. Hemos perdido a familiares y amigos, y ya se cuentan por miles los que están durmiendo el sueño de la muerte prematuramente. Pero tú y yo estamos vivos. Celebremos y hagamos un proyecto para colocar el amor de Dios dentro de esta gran tragedia que estamos pasando. Que 2020 sea el año en que aprendimos a valorar todo lo que tenemos, y que, no importa cuán malos son los tiempos, Dios sigue siendo bueno, amoroso y misericordioso. Estos meses de cuarentena han cambiado a muchos la manera de vivir, de comer, de valorar lo que tenemos, de practicar la higiene que sabíamos desde niños y no la practicábamos por completo. Pero, sobre todo, en este tiempo de encierro hemos tenido una mejor intimidad con nuestro Creador.
Nuevas de gran gozo
Alguien ha dicho que la vida representa un diez por ciento de lo que sucede y noventa por ciento de cómo reaccionamos ante los problemas, dificultades y crisis. Las crisis nos muestran de qué estamos hechos. Las crisis no desarrollan el carácter, solo lo revelan. Las crisis muestran lo mejor o lo peor de nosotros. Así que, ¿cómo reaccionarás en esta Navidad al alegre anuncio de los ángeles a los pastores: “Os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor” (S. Lucas 2:10)?
¿Cuál será tu respuesta a la pregunta: ¿Qué harás distinto en esta Navidad? ¿Dejarás que Jesús llene tu vida y harás felices a los miembros de tu familia? Que esta Navidad de 2020 sea diferente, una fecha de consagración y entrega a Dios. Deja que Dios toque tu vida y produzca en ti un cambio. Seamos quienes lleven esas nuevas de gran gozo, luz y esperanza.
El autor es médico y ministro adventista. Escribe desde Phoenix, Arizona.