Carmen es una mujer maravillosa. Tiene dos hijas y tres nietos. Hace cinco años perdió a Joaquín, el esposo con el que había compartido 25 años muy felices. Cuando se estaba recuperando del profundo vacío que dejó la muerte de Joaquín, Carmen enfermó gravemente. La enfermedad afectó sus piernas, y ahora ella está confinada a una silla de ruedas.
Carmen es una excelente cocinera, y siempre ha disfrutado de cocinar para su familia. Le han remodelado la cocina, adaptándola a su nueva situación. Carmen se siente tan agradecida, que empezó un programa de cocina para personas en sillas de ruedas de su ciudad. Todas las semanas, los miércoles por la tarde, viene un grupo a su casa. Carmen les enseña nuevas recetas y disfrutan mucho de comer y pasar un rato juntos. A las hijas y los nietos de Carmen les encanta ir a su casa, porque ella es una persona positiva que continuamente está animando a otros.
Sandra es vecina de Carmen. Es joven, atlética, y tiene un bebé sano y precioso. Su esposo la quiere mucho y gana suficiente como para que ella no necesite trabajar fuera de casa. Aunque viven en una casa espaciosa, a Sandra le gustaría tener una piscina y un patio más grande. Está obsesionada con las seis libras de peso que ha ganado después del parto, y eso no la deja dormir bien. Su frustración la lleva a episodios de profunda tristeza y desánimo. Ella quisiera valorar más las cosas buenas de la vida, pero se siente enfrascada en su propio mundo y no encuentra la forma de salir de su negatividad.
Carmen suele canturrear mientras toma el sol en el patio o mientras escribe en su diario, y a veces Sandra se detiene a hablar con su vecina Carmen.
—¿Por qué estás siempre de buen ánimo? —le preguntó Sandra a Carmen ayer.
—Creo que el secreto es que cada mañana empiezo mi día escribiendo al menos cinco razones por las que estoy agradecida —respondió Carmen. La gratitud me ayuda a vivir mejor.
La gratitud es una cualidad fundamental que a menudo pasamos por alto. Numerosos estudios científicos han demostrado que mantener una actitud agradecida tiene un impacto profundo en nuestra salud mental, emocional y física. Cuando somos agradecidos, el funcionamiento de nuestro cerebro se ve afectado para bien. La práctica regular de la gratitud mejora nuestro bienestar general.
Cuando expresamos gratitud, nuestro cerebro libera dopamina, un neurotransmisor asociado con el placer y la recompensa. Esta liberación de dopamina no solo nos hace sentir bien en el momento, sino que también nos estimula a repetir estos actos de gratitud en el futuro. La gratitud también incrementa los niveles de serotonina, que ayuda a regular el estado de ánimo, el sueño y el apetito, y disminuye los síntomas depresivos y ansiosos.
Ser agradecido no solo afecta nuestro cerebro de manera positiva, sino que también tiene numerosos beneficios emocionales y psicológicos. Las personas como Carmen, que practican la gratitud de manera regular, tienden a tener un estado de ánimo más positivo. Cuando nos enfocamos en lo positivo y en las cosas por las que estamos agradecidos, nuestra perspectiva general cambia, y nos lleva a ver la vida de manera más optimista.
La gratitud también puede tener un impacto significativo en nuestra salud física. Las personas que practican la gratitud a menudo informan una mejora en la calidad del sueño. Una mente agradecida tiende a estar más tranquila y menos preocupada antes de dormir, lo que facilita un sueño más reparador. Todo el cuerpo se beneficia de un sueño adecuado y reparador.
El estrés crónico puede llevar a una serie de problemas de salud física, incluyendo enfermedades cardíacas e inflamación en el cuerpo. La gratitud puede ayudar a mitigar estos efectos al reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y disminuir la inflamación en el cuerpo. La práctica de la gratitud también fortalece nuestro sistema de defensa. Las personas agradecidas tienden a adoptar hábitos saludables como una buena alimentación y el ejercicio regular. Además, la reducción del estrés y el aumento de las emociones positivas también contribuyen a un sistema de defensa más fuerte.
Desde la mejora de nuestra salud mental y emocional hasta el fortalecimiento de nuestras relaciones y nuestra salud física, los beneficios de una actitud agradecida están respaldados por la ciencia. ¡Practicar la gratitud no solo nos hace sentir bien, sino que también nos ayuda a vivir mejor!
Carmen tendría muchos motivos para quejarse, frustrarse y encerrarse en su propia realidad. Sin embargo, se ha dado cuenta de que comenzar su día con un ejercicio tan simple como escribir cinco razones por las que se siente agradecida tiene un efecto dominó en su salud mental, emocional y física. Cuanto más practica el agradecimiento, mejor se siente, y más razones tiene para estar agradecida. Practicar la gratitud no solo le está ayudando a vivir mejor, Carmen también está ayudando a otros, ya que su actitud positiva y agradecida hace que la gente que se relaciona con ella se sienta inspirada y animada.
Te invito a incorporar la gratitud en tu vida diaria. No tiene por qué ser complicado. Aquí hay algunas maneras sencillas para comenzar:
- Escribir nuestros agradecimientos: Ya sea en un diario, en una lista en el celular, en pequeñas notas en el espejo o sobre el refrigerador, o en cualquier otro medio, escribir diariamente las razones por las que estamos agradecidos puede ayudarnos a enfocarnos en lo positivo.
- Expresar gratitud a los demás: Decir “gracias” y expresar aprecio genuino hacia las personas que forman parte de nuestra vida puede fortalecer nuestras relaciones y nuestro bienestar emocional. Es fácil agradecer por cosas grandes, pero acostumbrarnos a agradecer por las cosas pequeñas que hacen nuestros amados por nosotros es un gran hábito.
- Agradecer a Dios: Invertir algún tiempo en reflexionar sobre las bendiciones de Dios en nuestra vida nos ayuda a recordar que no estamos solos. Es bueno recordar que hay un Dios en el cielo que nos ama y promete estar siempre a nuestro lado.
La gratitud y la ciencia
La gratitud, a menudo subestimada, es una de las emociones humanas más poderosas y beneficiosas. Según estudios realizados por la Universidad de Oxford, cultivar una actitud de gratitud puede tener profundos efectos positivos en nuestra salud mental, emocional y física.
- Las personas que practican la gratitud regularmente reportan niveles más altos de bienestar subjetivo y menores niveles de depresión y ansiedad. Esto se debe a que la gratitud nos ayuda a centrarnos en aspectos positivos de la vida, promoviendo un enfoque mental más optimista y constructivo.
- La gratitud juega un papel crucial en la mejora de nuestras relaciones interpersonales. Los estudios de la Universidad de Oxford indican que las personas que expresan gratitud regularmente tienden a tener relaciones más sólidas y satisfactorias.
- La gratitud fomenta la empatía y reduce sentimientos negativos como la envidia y el resentimiento, lo que facilita una comunicación más abierta y afectuosa con los demás.
Adriana Perera es profesora de música en la Universidad de Loma Linda, California.