El conocimiento de Dios es la confianza en el Padre celestial. La Biblia está llena de actos heroicos de confianza en Dios. Me faltaría espacio para hablar de las experiencias de Moisés, que condujo a un pueblo liberado y rebelde por las arenas del desierto; de Jacob en su noche de angustia; de David en lucha con Goliat; de Daniel en el foso de los leones; de Josué, en la batalla de Jericó; de Esther en la corte del rey Asuero de Persia; de Elías en el monte Carmelo; de Pablo y Silas, en la cárcel; de Pedro, liberado por un ángel justo antes de su muerte. Pero la confianza alcanza el paroxismo con el caso de Abraham y el sacrificio de su hijo Isaac.

Todos los casos bíblicos de los gigantes de la fe tienen un común denominador: Solo vino la liberación cuando todas las puertas de las posibilidades humanas se habían cerrado. Tu máxima necesidad es la gran posibilidad de Dios. No hay mérito humano en la confianza en Dios, porque es él que la produce en el corazón cuando somos conscientes de nuestra necesidad (ver Filipenses 2:13). Y precisamente porque no hay mérito, ¡hay gratitud!

La conciencia de tu necesidad te produce angustia, que solo se alivia con la confianza. Cuando Abraham dijo: “Dios proveerá”, descansó en el Dios que hace posible lo imposible (Génesis 22:8). Es fácil decirlo, pero es difícil pasar por “el valle de sombra y de muerte” que lleva a la paz. Sin embargo, este es el precio que hay que pagar para conocer al Padre.

Tu vida adquirirá un sentido distinto después de la prueba: “Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar cualquier tipo de problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse. Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada” (Santiago 1:2-4, NTV).*

En esta hora aciaga de la humanidad, elevemos a Dios esta oración: “Señor, ayúdame a verte en los hechos de mi vida, a ver las huellas de tus pasos por mi existencia”.

* La cita bíblica marcada con NTV fue tomada de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados

El autor es editor de El Centinela.

Editorial: La confianza en Dios

por Ricardo Bentancur
  
Tomado de El Centinela®
de Octubre 2024