La computadora estaba funcionando bien, pero empezó a emitir un sonido extraño, y algunas aplicaciones dejaron de funcionar. Fue imposible continuar con el trabajo. Hice lo que estaba a mi alcance para arreglarla, pero todo fue inútil. Llamé a mi hijo e hicimos una reunión por Team Viewer. Él hizo unas revisiones, miró aquí y allá. Yo no entendía nada, pero él dijo:
—Haz clic en reiniciar (restart).
Lo hice, ¡y todo empezó a funcionar bien!
De manera parecida, la vida en familia funcionaba más o menos bien, pero en estos días ha habido tantos cambios que el funcionamiento ya no es el mismo. ¿Y quién no ha intentado o deseado que las cosas marchen mejor, y no lo ha logrado? Ante las circunstancias, ¿funcionará convocar a una reunión familiar, realizar algunos ajustes y hacer clic en reiniciar? Veamos algunas formas de reiniciar que traerán alegría a tu hogar:
La reunión familiar
Consiste en separar un tiempo semanal para compartir en familia. En esa reunión, los padres y los hijos llevan los puntos de que desean hablar. Pueden ser situaciones personales, de la casa, de la escuela o cualquier ajuste que se vaya a hacer en la familia para alcanzar su mejor desempeño. Además, durante la reunión familiar se hacen planes para las próximas actividades.
La familia es una pequeña institución: cuando es bien dirigida, cada miembro alcanza su mayor potencial. El padre y la madre que reconocen que la estadía de los hijos en la casa es un corto período y que luego saldrán de ella, harán lo mejor para que cada hijo obtenga un desarrollo equilibrado y disfrute su estatus de pertenencia familiar.
Las rutinas intencionadas
Las rutinas son una excelente forma de “reiniciar” en el hogar, porque favorecen el desempeño armonioso entre los miembros. Piense en una escena en la que cada uno sabe lo que le corresponde hacer y cuándo debe hacerse. ¿Verdad que parece una idea paradisíaca el hecho de que ni mamá ni papá tengan que estar mandando a los hijos a realizar sus quehaceres ni sus tareas? ¡Parece un sueño del cual no queremos despertar! Los beneficios de las rutinas van más allá de los quehaceres, y contribuyen en la adquisición del dominio propio en los niños. Además, favorecen la enseñanza del manejo adecuado del tiempo.
Las rutinas incluyen las actividades que son repetitivas o habituales, y se convierten en hábitos o anclas que dan estabilidad a la familia, como el horario para dormir, comer, realizar los deberes y cumplir con las responsabilidades. Cada persona, principalmente los niños, necesitan esta estructura, porque les da orientación y sentido a lo que se hace. Cuando se carece de rutinas con propósito, tanto adultos como niños tienen pérdidas en el uso adecuado del tiempo y de oportunidades de desarrollo integral y continuo. Para establecer las rutinas en casa, inicie notando las actividades anclas y el tiempo que requieren. Reúna a su familia y establezcan los horarios para la realización de cada actividad.
Las tradiciones familiares
¿Y qué tal si damos un reinicio a las tradiciones familiares? Esto consiste en seleccionar alguna actividad que sea del agrado de los miembros de la familia y celebrarla con regularidad. Algunas tradiciones podían ser juegos, comidas, salidas de paseo, y otras. En casa establecimos los miércoles de pizza. La idea surgió mientras estudiábamos acerca de Italia, con su geografía, flora, fauna y sus tradiciones, que incluyen la pizza. Cada miércoles horneábamos nuestra pizza, y cada miembro de la familia le colocaba sus ingredientes preferidos. ¡Qué rico aroma llenaba la casa a la hora de comer!
Pregunte a los miembros de su familia qué cosas les agradan, y hagan una lista de tradiciones a establecerse. Una vez seleccionadas, pasen a la acción, agréguenlas a la agenda, y realicen la celebración. Las tradiciones familiares permiten que los hijos conserven recuerdos hermosos de la familia. Además, cuando salgan del hogar y formen el suyo, recordarán con amor esas tradiciones.
El juego
Tanto los animales como los seres humanos juegan, y en este juego adquieren diferentes destrezas. El juego o acción lúdica en el hombre favorece el desarrollo y el bienestar en todas las áreas del ser: física, mental, social y espiritual. El juego no es una pérdida de tiempo, tampoco una simple distracción. Por el contrario, su alcance lo convierte en herramienta de enseñanza y aprendizaje en áreas importantes, como la adquisición de valores, principalmente en la etapa de formación del niño. Estos son algunos juegos y sus beneficios:
Juegos de mesa. Favorecen al desarrollo del pensamiento, de la creatividad, la solución de problemas y la toma de decisiones. Algunos de ellos son los bloques de construcción, juegos de palabras escondidas, crucigramas, de laberintos, entre otros.
Juegos sociales. Se realizan en compañía de otros e implican actividad física. Estos juegos contribuyen a la formación de cualidades morales, como la empatía, el respeto, esperar el turno, seguir instrucciones, trabajar en equipo. Algunos son: el pañuelo, corridas de sacos, lanzamiento de pelotas, halar la soga, saltar la cuerda, el escondite, paseos en bicicleta.
En las tiendas hay una gran variedad de juegos, pero también se pueden crear en casa usando lápiz y papel y otros objetos del hogar.
¿Recuerdan el juego de mostrar objetos y luego ocultar algunos para que el jugador los adivine? Este juego ayuda a la memoria y al proceso de “poner atención”, tan necesario para el buen desempeño diario, el cual se está perdiendo cada vez más.
Te cuento un juego que ocurrió en casa, cuando nuestra hija, emocionada dijo:
—¡Juguemos a la carpa! ¡Vamos a acampar!
—Pero estamos dentro de nuestra propia casa.
—¡Si, lo sabemos, pero es divertido!
Papá no tuvo más remedio que sacar la caja de la carpa y, junto con los niños, empezó a abrirla. Esa noche no iríamos a las camas como de costumbre, sino que ¡todos dormiríamos en la carpa! Fue muy emocionante. Recientemente les conté esto a unas amigas, y todas nos reímos porque ellas también lo habían hecho con sus familias. ¡Y yo pensaba que mi familia era de las pocas familias extrañas con estas ocurrencias! Al jugar, el área afectiva se beneficia creando momentos de alegría y bajando las tensiones. Hoy, cuando los niños sufren ataques de pánico y ansiedad, es recomendable que los padres aparten tiempo de calidad para jugar con sus hijos.
La enseñanza de la fe
¡Qué mejor que reiniciar dándole a la instrucción espiritual un toque de innovación! Lo primero es colocar en tu horario el tiempo para el culto familiar, ese momento en el que la familia se reúne para alabar a Dios y estudiar su Palabra. Dramaticen escenas de los relatos bíblicos. Otra manera es recrear historias bíblicas con manualidades que representen objetos del contenido de una historia, o una caminata al aire libre para recoger objetos representativos del relato bíblico que se esté estudiando. Se puede ampliar el repertorio de alabanzas introduciendo nuevos cantos y juegos bíblicos.
Huellas imborrables
El acto de reiniciar marcará huellas que el tiempo no borrará y que favorecerán el bienestar general de cada miembro de su familia. Hacer un alto al afán del trabajo y al ajetreo general de la vida para pasar lindos momentos en familia dará grandes beneficios. Reiniciar es apartar tiempo para convertirlos en momentos agradables para uno mismo y para otros. Es cuestión de olvidarnos de la agitación de la vida, apagar, aunque sea por un rato el teléfono, la computadora o el televisor, que absorben tanto el tiempo familiar, mirar en nuestra cargada agenda y entender que la vida no es todo trabajo y lucha.
Así, mientras se fortalecen los lazos de amor, de afecto y de simpatía entre la familia y la comunidad, disminuirán las discordias, las riñas, los abusos y las conductas violentas. El resultado será el disfrute de momentos felices, saturados de risa en compañía de nuestros amados; reiremos a carcajadas, con lo cual se eliminarán la ansiedad y la preocupación. Reiniciar es contribuir a la felicidad familiar, que es nuestra responsabilidad y nuestro privilegio. Las relaciones familiares y sociales serán tan felices que estaremos agradecidos de haber hecho clic en reiniciar.
Actividades para familias*
Voluntariado. Esta actividad fortalece los vínculos familiares y ejemplifica la importancia de contribuir a la comunidad.
Hornear galletas. Hacer galletas es tan divertido como comerlas. Permitan que los niños las moldeen y las decoren a su gusto.
Día de campo. Acampen en un sitio agradable. Deje que cada quien empaque su comida favorita.
Jugar juegos de mesa, videojuegos o deportes. Junten una colección de juegos familiares y túrnense para elegir uno para jugar.
Acampar en el patio trasero. Consigan una carpa, sacos de dormir y una linterna. Pueden contar historias o cantar.
* https://blog.ecagrupoeducativo.mx/greenland/15-actividades-para-convivir-en-familia.
La autora posee un doctorado en Educación. Es asesora educativa y autora de libros como De fiesta con el Amado y Jesús, tengo algo que decirte. Escribe desde Grand Rapids, Míchigan.