Los días festivos son ocasiones especiales para celebrar con la familia y los amigos. Pero para muchos esta felicidad tiene consecuencias desagradables debido al aumento de peso. De acuerdo a los Institutos Nacionales de Salud, los días festivos pueden resultar en un aumento de medio kilo o un kilo de peso (una o dos libras de más), y este aumento de peso llega a ser permanente en algunos casos. Pero esto no debe ser así. Hay que encontrar el equilibrio en la comida, la recreación y la actividad física. He aquí unos consejos que te pueden ayudar a disfrutar con tu familia mientras saboreas tus antojitos favoritos.
- Procura tener un buen desayuno y un almuerzo nutritivo. No esperes hasta llegar a la fiesta. Esto te ayudará a controlar el apetito y la tentación de la indulgencia disminuirá.
- Practica la temperancia. Come hasta quedar saciado, no hartado. Saborea cada bocado de tus platillos favoritos, y disfruta el momento.
- Separa tiempo para el ejercicio físico. El ejercicio te ayudará a sobrellevar el estrés de las fiestas y a prevenir el aumento de peso. Hagan cada día una caminata familiar de quince a treinta minutos al aire libre, si es posible.
- Lleva tu propio platillo de comida, por si acaso las opciones no son saludables. Que estos alimentos sean sencillos, sabrosos y nutritivos. Recuerda: vale más prepararse que lamentarse.
- No seas muy estricto; sé realista. No pretendas bajar de peso durante los días festivos; mejor procura mantener tu peso actual.
Disfruta de los días festivos pensando en la temperancia. Asegúrate de no saltar comidas. Planifica dedicar tiempo al ejercicio físico, y disfruta del momento al no ser tan estricto con lo que comes. Recuerda que tu cuerpo es maravilloso y requiere el mejor cuidado posible. Recréate al convertir el momento en una experiencia deleitosa, conforme a tu fe cristiana, y escucha la voz de Dios que te dice: “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31). Si amas a Jesús, comparte con tus amados el amor que él ha puesto en tu corazón.