El cáncer es el asesino número dos de los norteamericanos. Sin embargo, la Sociedad Americana del Cáncer estima que un tercio de los casos de cáncer están relacionados con una mala alimentación y otro tercio con el hábito de fumar. Por lo tanto, dos tercios de los casos de cáncer son potencialmente prevenibles. Además, para los que no fuman, la alimentación y el ejercicio son las herramientas más poderosas a su disposición para prevenir el cáncer.
Recientemente, el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer y el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer emprendieron un segundo análisis a través de la literatura científica con respecto al papel que desempeñan la alimentación y el ejercicio en la disminución del riesgo de desarrollar cáncer. Veinte investigadores de doce países analizaron 10.000 estudios científicos e informaron sus descubrimientos en el año 2006. La información del resto de este artículo está basada en el informe de uno de estos análisis.1 De acuerdo con este informe, entre el 30 y el 40 por ciento de los casos de cáncer en el ámbito mundial —unos tres a cuatro millones de casos anuales— se puede prevenir por medio de una adecuada alimentación, el ejercicio y un peso óptimo. Específicamente, del 20 al 33 por ciento de los casos de cáncer de pulmón tanto en fumadores como en no fumadores puede ser prevenido por medio de una alimentación rica en frutas y verduras.
Los investigadores también descubrieron que entre el 66 y el 75 por ciento de los casos de cáncer de estómago puede ser prevenido por medio de una alimentación alta en verduras y frutas, y baja en sal y alimentos salados. El panel de investigación también descubrió que una alimentación a base de vegetales, junto con evitar el consumo de alcohol, mantener un peso saludable y el ejercicio regular, puede disminuir el riesgo de padecer cáncer de pulmón entre un 33 y un 50 por ciento. Sin embargo, estos buenos hábitos deben estar presentes desde la pubertad hasta la adultez para obtener una protección máxima.
Haga cambios en su dieta
El informe señala también que una alimentación rica en verduras y baja en carne, junto con el ejercicio regular y la abstención del alcohol, puede bajar el riesgo de padecer cáncer de colon en un 66 a 75 por ciento. Los resultados del Estudio Prospectivo Europeo sobre Cáncer (EPIC) respaldaron estos descubrimientos, al estudiar a más de medio millón de europeos de doce países durante cuatro años y medio, mostrando que los que consumían la mayor cantidad de fibra tenían un 40 por ciento menos de riesgo de padecer cáncer de colon que los que consumían la menor cantidad.2 Dado que solo los vegetales contienen fibra alimentaria, los que consumen mayor cantidad de alimentos vegetales tienen el menor riesgo de padecer cáncer de colon.
El Instituto Americano para la Investigación del Cáncer (IAIC) informó que también descubrió que una alimentación alta en frutas y verduras, y la abstención del alcohol, puede prevenir del 33 al 50 por ciento de los casos de cáncer de boca y de faringe. Finalmente, este panel de expertos determinó que evitar los alimentos contaminados con aflatoxinas (microtoxinas producidas por algunos tipos de hongos) y abstenerse de consumir alcohol puede prevenir entre el 33 al 66 por ciento de los casos de cáncer de hígado.
Los científicos, junto con el IAIC, dieron las siguientes recomendaciones para bajar el riesgo de padecer cáncer:
- Escoja una alimentación a base de vegetales, rica en verduras, frutas, legumbres y cereales integrales.
- Coma diariamente cinco porciones de verduras y frutas.
- Coma diariamente siete o más porciones de cereales integrales, legumbres y verduras de raíz.
- Evite el azúcar refinada.
- Evite completamente la carne, especialmente la carne roja.
- Restrinja la grasa alimentaria a no más del 15 por ciento de las calorías totales consumidas.
- Evite los aceites procesados.
- Consuma diariamente no más de una cucharadita de sal.
- Refrigere inmediatamente la comida sobrante.
- Evite los alimentos que contienen aditivos y residuos.
- No consuma carne carbonizada, asada, curada o ahumada.
- Ejercítese vigorosamente al menos una hora por día.
- Camine rápidamente al menos una hora por día.
- Mantenga su Índice de Masa Corporal (IMC) entre 21 y 23.
- No suba más de cinco kilos de peso en la adultez.
- No consuma alcohol.
- No fume ni masque tabaco.
Un elemento importante en cualquier cambio sustancial de nuestros hábitos es el recurso de la fe. Dios desea nuestra salud y que vivamos una vida abundante (S. Juan 10:10, 3 Juan 2). Con su ayuda, podremos mejorar nuestro estilo de vida y hacer nuestra parte para prevenir las enfermedades. |
El autor es doctor en Medicina y autor de varios libros sobre salud y prevención. Este artículo fue adaptado de uno de los capítulos de su libro Las 24 maneras realistas del Dr. Arnott para mejorar su salud, obtenible en www.libreriaadventista.com.