Tres mitos sobre el ejercicio físico
Si deseas ser sano y feliz, el ejercicio debe formar parte de tu estilo de vida. La mayoría de las personas están conscientes de esto, pero muchos no apartan tiempo para ello, y se excusan diciendo que no se puede. Otros se dejan llevar por mitos acerca del ejercicio y no se deciden a probarlo. ¿Te has sentido así? ¿Están los mitos sobre el ejercicio impidiendo que recibas sus beneficios? A continuación vamos a desenmascarar tres mitos sobre esta valiosa actividad humana.
Primer mito: El entrenamiento con pesas hará que las mujeres se vean voluminosas
Muchas mujeres me han dicho que le temen al entrenamiento con pesas porque no quieren verse voluminosas. Comprendo su preocupación, pero nada hay que temer. El fortalecimiento de los músculo ofrece muchos beneficios, entre ellos: pérdida de grasa, mejoría de la salud y de la masa ósea, y prevención de la pérdida muscular a medida que pasan los años.
El diseño de un programa que incorpore el uso de pesas dos a tres veces por semana te será favorable, siempre que cuentes con la aprobación de tu médico y que hagas los ejercicios adecuados y utilices un peso acorde con tu condición física.
Segundo mito: No tienes que hacer ejercicio si no necesitas bajar de peso
Aunque la pérdida de peso excesivo es uno de los beneficios del ejercicio físico, no es la única razón para ejercitarse. Los informes de muchas investigaciones sobre los resultados del ejercicio físico indican que la mejor prevención para muchas enfermedades, llámense trastornos psiquiátricos, diabetes o cardiopatías, es el ejercicio.
Una rutina de ejercicios variados, treinta minutos al día, será de gran beneficio para tu salud, para prevenir enfermedades y para prolongarte la vida.
Tercer mito: Es peligroso comenzar a hacer ejercicio en la tercera edad
Nunca estarás demasiado viejo para comenzar a hacer ejercicio. Los informes de las investigaciones sobre el tema indican que no importa la edad que tengas, cuando comiences a hacer ejercicio obtendrás resultados significativos, como mantener o mejorar el equilibrio, y aumentar la densidad ósea, la fuerza y la claridad mental.
Según el Journal of the American Geriatric Society, las mujeres de 75 a 85 años cuya masa ósea se había reducido o que tenían osteoporosis, cuando recibieron entrenamiento de fuerza y actividades de agilidad fueron capaces de reducir su riesgo de caerse.
No permitas que los mitos respecto a levantar pesas si eres mujer, hacer ejercicio si eres muy esbelto, o comenzar a ejercitarte a edad avanzada te roben la plenitud de vida que Dios quiere darte hoy. Cristo nos dice: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (S. Juan 10:10) Confía en su promesa y vive hoy plenamente.