Es abrumadora la ola de miedo y pesimismo que los medios de comunicación han desatado en torno a la economía. Ciertamente la economía se ha visto afectada y muchas personas han perdido su empleo, pero la manera en que reaccionemos a esto es lo que en realidad definirá el fin de la historia. ¿Qué quiero decir con esto? Quiero decir que, si queremos vivir en la abundancia, no debemos gastar toda nuestra energía pensando en la crisis y la escasez, ya que nuestros pensamientos permanentes llegan a convertirse en hechos reales.
En cambio debemos pensar que es tiempo de nuevas oportunidades y crecimiento. Tal vez acabas de perder tu empleo o estás pasando por una situación difícil, pero lamentándote no vas a llegar a ningún lado. Quizás es el momento ideal para independizarte, o el momento para cambiar de ramo o de lanzar ese proyecto que nunca te has atrevido a hacer.
Escuché a un comunicador que decía: “No hay que preocuparse, sino ocuparse”. Estoy totalmente de acuerdo con esto. Debemos comenzar cambiando nuestra manera de pensar; debemos enfocarnos más en las cosas positivas de la vida y en lo que sí podemos hacer, no en lo que no podemos hacer.
Una cosa que debemos hacer para llenar nuestra mente de pensamientos positivos y de optimismo es evitar escuchar noticias negativas acerca de la economía o leer publicaciones negativas acerca de este u otro tema. Debemos alejarnos de todo lo negativo que rodea nuestra vida. Muchos programas de televisión como novelas o series pasan lo más crudo y espantoso de la sociedad; no debemos seguir alimentándonos de eso, ya que nuestro cerebro comenzará a incorporar la información que recibe del exterior y a cambiar nuestras actitudes. Lee libros que te inspiren a crecer y también cambia la música con letras de fracaso, engaño, tristeza, desamor, por música que te inspire a triunfar, a mejorar, a estar en paz contigo y con los que te rodean. Es increíble el poder de la información que introducimos en nuestra mente. Puede ser que no te ha ido tan bien… porque no le estás proveyendo la información adecuada a tu mente.
Se han hecho estudios científicos que han demostrado que el tener pensamientos positivos ayuda a nuestro organismo a generar endorfinas; estas endorfinas son anestésicos naturales para nuestro cuerpo, es decir que generan una sensación de bienestar en el ser humano.
El apóstol Pablo conocía el poder del pensamiento positivo, por eso en una de sus cartas dirigidas a los filipenses les da el mismo consejo que es vigente hasta el día de hoy: “Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8).
Así que ya sabes: es hora de quitar el negativismo de tu vida y las cosas que lo fomentan y comenzar a pensar que con la ayuda de Dios, sí se puede, y que los sueños, por más grandes que sean, se hacen realidad si en verdad crees que lo puedes lograr.
La autora es psicóloga educativa y tiene una maestría en Relaciones Familiares. Nos escribe desde Canadá.