Algunos perciben que las profecías predicen una reunión de los judíos en el tiempo del fin, la reconstrucción del templo en Jerusalén, y una gran batalla que reunirá a muchas naciones en guerra contra Israel.
El 12 de julio, militantes de Hezbollah cruzaron la frontera entre el Líbano e Israel y capturaron dos soldados israelitas. El día siguiente, Israel dio inicio a una campaña aérea contra Hezbollah en el sur del Líbano. Para el 6 de agosto, según las fuerzas de seguridad libanesas, 706 libaneses y 95 israelitas habían muerto. Muchos de estos eran civiles. Israel también enfrenta acciones bélicas de parte de Hamás en la frontera con Palestina.
Los lugares mencionados en todas estas noticias parecen haber sido tomados directamente de la Biblia: Tiberias, Ascalón, Nazaret, Tiro y Sidón, (incluso Irak es el nombre moderno de la antigua Babilonia), pero la conexión podría ser aun más profunda.
Muchos cristianos creen que las noticias del Oriente Medio podrían ser evidencia de que la segunda venida de Jesús está a las puertas. Algunos perciben que las profecías predicen una reunión de los judíos en el tiempo del fin, la reconstrucción del templo en Jerusalén, y una gran batalla que reunirá a muchas naciones en guerra contra Israel. He aquí algunas enseñanzas fundamentales de las Escrituras al respecto.
En Mateo 24, Jesús dio sus instrucciones más completas acerca de su segunda venida y el fin. Hay tres versículos que mencionan particularmente la palabra “fin”, los versículos 6, 13 y 14. He aquí lo que dicen:
“Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin” (vers. 6).
“Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (vers. 13, 14).
Según estos textos, aunque el aumento en las guerras es ciertamente una señal del fin, la única señal definitiva del fin es la predicación de las buenas nuevas de salvación al mundo. Apocalipsis 14 representa esta predicación en estos términos: “Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo” (Apocalipsis 14:6). Acerca de la ocasión de su segunda venida, Jesús señaló: “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre” (S. Mateo 24:36).
En la Biblia, la salvación definitiva no depende de eventos políticos. Israel fue escogido como el pueblo de Dios para cumplir el propósito espiritual de representar la voluntad de Dios en el mundo, pero el plan de salvación de parte de Dios trasciende la realidad política de la nación judía. Los judíos y los gentiles son igualmente llamados a la salvación. En las palabras del apóstol Pablo: “Porque no me averg:uenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego”, y luego añade: “el justo por la fe vivirá” (Romanos 1:16, 17). La Biblia dice claramente que en cielo habrá “una gran multitud, la cual nadie [puede]... contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero” (Apocalipsis 7:9).
Al igual que sucedió en ocasión de la primera venida de Cristo, cuando venga el “cumplimiento del tiempo” (ver Gálatas 4:4), y a la hora que Dios tiene designada, los cielos se abrirán y Jesús regresará en toda su gloria.
Miguel A. Valdivia es director de El Centinela®.
