Tal vez ya has escuchado esta frase: “úsalo o piérdelo”. Esta declaración es más pertinente cuando se trata de la flexibilidad muscular. De paso, hay dos factores comunes de dolor de espalda: la falta de flexibilidad y el poco margen de movimiento. Una rutina regular de elongación debe ser una parte fundamental en tu programa de ejercicios físicos.
Lamentablemente, hay muchas personas que no han formado el hábito del estiramiento de sus músculos en forma regular y programada, y probablemente por eso estén experimentando dolor de espalda.
Te comparto algunos secretos de cómo estirar adecuadamente tus músculos, a fin de mejorar tu flexibilidad y tu calidad de vida.
Calentamiento antes de estirar
Es importante que los estiramientos se hagan después que se haya calentado el cuerpo durante cinco a diez minutos. Esto se puede hacer, por ejemplo, con una caminata al aire libre, en cualquier lugar que creas conveniente, o simplemente moviendo tu cuerpo. Después del precalentamiento, haz tus estiramientos durante otros cinco a diez minutos. Esto preparará tus músculos y sistema nervioso para tu rutina y te ayudará a prevenir alguna lesión. Si no estás haciendo calentamiento y estiramientos antes de hacer tu rutina de ejercicios físicos, te invito a que empieces hoy mismo.
Relájate mientras te estiras
Un factor muy importante al hacer estiramientos es estar relajado. La tensión muscular inhibirá el rango de movimiento y evitará que tus músculos se estiren con eficacia. Por eso es conveniente empezar tu rutina de ejercicios con un calentamiento, porque esto reduce las hormonas del estrés del cuerpo, como la adrenalina y el cortisol, y aumenta la producción de endorfinas, que mejora tu estado de ánimo y te ayuda a relajarte mejor. Aprovecha el momento. Este tiempo es para ti.
Estírate suavemente
Es importante que estires el músculo de una manera suave y gradual, hasta que sientas una ligera tensión, y es importante no forzar los músculos o las articulaciones. No intentes, en el momento de la elongación, balancear o hacer movimientos en vaivén con tu cuerpo, porque esto puede causar lesiones musculares. Esta clase de estiramientos dinámicos, suaves y graduales, son muy buenos antes del estiramiento propiamente dicho. Estos movimientos ayudan a aumentar la temperatura muscular y disminuir la rigidez muscular. Estos estiramientos preparan el sistema muscular y nervioso para el movimiento intenso que vendrá después en la rutina de ejercicios físicos.
En mis años de trabajo como entrenador físico, mucha gente me ha dicho: “Yo no sabía que tenía que calentar antes de estirar”. Ahora ya lo sabes. Al calentar, relajarte y estirar suavemente con estiramientos dinámicos, tu cuerpo se sentirá mejor. Procura formar el hábito de realizar esta clase de estiramientos unas tres a cinco veces por semana. Todos los músculos de tu cuerpo perderán rigidez y ganarán más flexibilidad. Recuerda siempre que tu cuerpo es templo de Dios. Es muy especial. Cuídalo y úsalo para honra y gloria de Dios.
El autor es nutricionista y entrenador personal. Escribe desde Seattle, Washington.
