Conmemorar significa “hacer memoria”, recordar. Hoy queremos recordar un mandamiento de la Ley de Dios olvidado por la gran cristiandad. Hay cuatro razones de la conmemoración de este día, que abarcan nuestro origen y destino. El sábado:
Conmemora la creación. La creación del mundo es el hecho fundamental que da sentido y valor al sábado de los Diez Mandamientos (Éxodo 20:11). El mandato de observar el día séptimo como el día de reposo está vinculado estrechamente con el acto de creación. La fuerza imperativa del mandamiento es consecuencia directa del acto creador. Observamos el sábado porque reconocemos que Dios es nuestro Creador y nosotros sus criaturas. Por esta razón el sábado no solo pertenece a Israel, sino a toda la humanidad.
Conmemora la redención. Cuando Dios libró a Israel de la esclavitud en Egipto, el sábado, que ya era el monumento de la creación, se convirtió además en monumento de su liberación (Deuteronomio 5:15). En ese sentido, el Señor se propuso que el descanso sabático semanal aludiera constantemente a la iniciativa divina de liberar a los seres humanos de la esclavitud de un Egipto que no se limita a ningún país ni siglo, sino que incluye todas las tierras y las eras de la historia: la servidumbre del pecado.
Conmemora la santificación. El sábado es una señal del poder transformador de Dios, un signo de santidad o santificación. Dios declaró: “Vosotros guardaréis mis sábados: porque es señal entre mí y vosotros por vuestras edades, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico” (Éxodo 31:13, RVA; véase también Ezequiel 20:20). Así como somos santificados por la sangre de Cristo (Hebreos 13:12), el sábado es una señal de que hemos aceptado su sangre para perdón de nuestros pecados.
Conmemora la paz en Cristo. Todo el que entra en el reposo al cual Dios lo invita, “también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas” (Hebreos 4:10). Este reposo es físico y también espiritual, un descanso de nuestras obras de justicia humana. Dios nos llama a este reposo, a descansar en las obras de Cristo y hallar paz.
Hoy el Señor te extiende una invitación a aceptar a Cristo y a observar el sábado, la expresión de que reconoces a Dios como tu Creador y Redentor.
El autor es editor de El Centinela.