Es muy probable que en alguna ocasión hayas escuchado que los ácidos grasos omega-3 son necesarios para una buena salud. Estos son grasas esenciales que el cuerpo necesita para sus funciones fisiológicas y deben ser suplidas por el régimen alimenticio, ya que el organismo no las produce. De la misma manera, pueden beneficiar mucho a las personas que hacen actividad física. Algunas de las fuentes de ácidos grasos omega-3 son: la linaza, las semillas de chía, las almendras, las nueces y el salmón (salvaje).
Aquí hay algunos beneficios de ingerir omega-3:
- Acelera la recuperación. El omega-3 tienen el potencial de mejorar la recuperación del ejercicio que daña los músculos y provoca inflamación. Esto se debe a que el omega-3 tiene propiedades antiinflamatorias. Durante la actividad física los músculos sufren desgarres microscópicos; al ingerir omega-3, se disminuye el daño oxidativo, lo que permite una recuperación más rápida. Una de las maneras en que te puedes beneficiar del omega-3 es consumiendo dos cucharadas de linaza molida cada día. Para obtener la mejor calidad de omega-3, muele tú mismo la linaza, ponla en un contenedor de vidrio oscuro y almacénala en el refrigerador.
- Aumenta los niveles de oxígeno. Hay evidencias científicas que sugieren que consumir omega-3 puede contribuir a mejorar la capacidad de resistencia durante el ejercicio. Este fenómeno se debe a que los omega-3 actúan como vasodilatadores, mejorando el flujo de oxígeno a los músculos durante el ejercicio y, como consecuencia, aumenta la resistencia física. Con unas dos cucharadas de semillas de chía molida puedes obtener una buena cantidad de omega-3, la cual te ayudará a aumentar tus niveles de oxígeno sanguíneo y tener un mejor rendimiento en tu deporte favorito.
- Ayuda a la prevención de lesiones. La prevención de lesiones es muy importante, tanto para los atletas como para personas comunes como tú y yo. La ingesta de omega-3 puede contribuir a esta prevención, ya que previene la degradación de los tejidos musculares y disminuye la inflamación y, por consecuencia, se minimizan las lesiones. Para obtener la cantidad diaria necesaria puedes comer una onza de nueces por día (aproximadamente catorce mitades de nueces). Puedes comerlas solas o en algún licuado. Asegúrate de que sean crudas, ya que algunos estudios indican que la alta temperatura podría dañar el omega-3 en las nueces al causar oxidación.
Si estás buscando cómo acelerar la recuperación de los ejercicios, aumentar tus niveles de oxígeno para mejorar tu rendimiento físico, o potenciar la prevención de las lesiones, el consumo de omega-3 es una excelente idea. Si ya forma parte de tu alimentación, continúa consumiéndolo. Pero si no es tu caso, te invito a que formes el nuevo hábito de usar alguna fuente de omega-3 mencionada en este artículo o cualquier otra fuente de tu preferencia. Lo importante es que tengas el beneficio de este maravilloso ácido graso omega-3 que Dios ha dejado para el beneficio de tu cuerpo. Empieza hoy y obtén los beneficios del uso de omega-3.
El autor es nutricionista y entrenador personal. Escribe desde Seattle, Washington.