¿Qué es mejor, la respiración superficial o la respiración profunda? Según el Dr. Yufang Lin, médico de medicina interna del Centro de Medicina Integrativa de Cleveland Clinic Health Systems, en Ohio, la respiración profunda puede ayudar a mejorar muchas condiciones crónicas de salud. Es hora de vivir de manera más saludable, y el simple hecho de respirar profundo es un paso en la dirección correcta. He aquí tres beneficios de incorporar la respiración profunda en nuestra vida diaria.
1. Reduce el estrés
Cuando nos estresamos, el cuerpo entra en un estado de “lucha o huida”, caracterizado por un aumento del ritmo cardíaco, respiración superficial y mayor tensión en los músculos. Respirar profundo activa el sistema nervioso parasimpático, que promueve la relajación y calma el cuerpo. ¿Cómo realizar esta respiración profunda? Simplemente inhalando profundo por la nariz y exhalando lento por la boca durante un minuto cada día. Para un mayor beneficio, hágalo al aire libre.
2. Mejora el enfoquey la claridad mental
Vivir bajo estrés crónico y adaptarse a una respiración superficial limita el flujo de oxígeno al cerebro y contribuye a una disminución del nivel de concentración. Así, respirar profundo aumenta la oxigenación del cerebro y mejora la actividad neuronal en las áreas vitales que fortalecen la capacidad de atención, la retención y la memoria. Además, aplicar de manera constante la respiración profunda ayuda a mantener claridad mental durante el trabajo y los estudios.
3. Mejora la salud física
La respiración profunda aumenta la capacidad pulmonar, lo cual impacta la salud integral. Esto es especialmente beneficioso para las personas que padecen de asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Adopta hoy mismo el hábito de respirar profundo por la mañana, y empieza tu día con una actitud positiva.
En conclusión, añadir la respiración profunda a nuestra rutina diaria ofrece numerosos beneficios para el bienestar: reduce el estrés, mejora el enfoque, la claridad mental y la salud física integral. Dedica unos momentos todos los días para respirar profundamente. No dejes que el afán de la vida te robe la salud y la felicidad que Dios tiene para ti. Jesús mismo declaró: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (S. Juan 10:10). Y la Biblia declara nuevamente: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Juan 2).
El autor es nutricionista y entrenador personal. Escribe desde Seattle, Washington.
