Se ha comprobado que el ejercicio aumenta la energía y el ánimo. Esto se atribuye al aumento de la frecuencia cardíaca, el flujo sanguíneo y la producción de endorfinas, que la glándula pituitaria libera en el cerebro al hacer la actividad física. ¿Pero qué sucede si siento cansancio después de hacer actividad física? Esto es algo que les sucede con frecuencia a muchas personas, y la solución es simple: toma una siesta después de hacer ejercicio.
Aquí hay algunos beneficios de tomar una siesta después de la actividad física:
La recuperación muscular: Algo que suelo recomendar como entrenador físico es un buen descanso para una buena recuperación muscular. Tomar una siesta después de hacer ejercicio es muy favorable para tu recuperación. Después de entrenar, toma un baño de contraste (agua caliente y fría), luego ingiere comida saludable, espera unas tres horas, y posteriormente toma una siesta de 20 a 30 minutos para una buena recuperación muscular. Mientras se está dormido, la glándula pituitaria libera la hormona del crecimiento, necesaria para reparar y construir el tejido.
Reduce el cansancio mental: Las preocupaciones y responsabilidades pueden quitarte el sueño y causarte cansancio mental al no descansar lo suficiente (de siete a ocho horas cada noche). Realizar ejercicio físico y disfrutar de una siesta puede ayudarte a recuperar tu energía mental. Busca la manera de descansar, aunque sea unos minutos, después de ejercitarte, y experimentarás una mente más relajada para hacer tus actividades el resto del día.
Disminuye la fatiga muscular: Dependiendo de la intensidad del ejercicio que realices, los músculos pueden cansarse. Esta sensación suele no ser agradable porque sientes que tu cuerpo se quedó sin energía y no responde como debería o como te gustaría. La buena noticia es que puedes hacer algo práctico para revertirlo. Tomar una siesta después del ejercicio contribuirá a que tus músculos se recuperen más rápido. Esto te ayudará a retomar tus deberes cotidianos con más energía y entusiasmo.
Dios nos conoce más de lo que nos conocemos nosotros mismos, pues él nos creó. Te animo a hacer tu parte para cuidar de tu cuerpo y tu mente, con la certeza de que tu Creador hará lo demás. Si estás haciendo ejercicio por la mañana, ¡sigue adelante!, tomando el descanso necesario. Pero si experimentas una lenta recuperación muscular, cansancio mental y fatiga muscular, ora para que Dios te ayude a aplicar estos consejos a favor de tu salud y calidad de vida.
¡Que Dios te bendiga!
El autor es nutricionista y entrenador personal. Escribe desde Seattle, Washington.
