El libro del Génesis explica el origen de la semana: un espacio de tiempo, de siete días, creado por Dios. La continuidad de este período se encuentra también en el Nuevo Testamento. En el Evangelio de Lucas se observa el mismo ritmo semanal tradicional.

Luego del sexto día de la última semana de Jesús en la Tierra, llamado “día de preparación”, o viernes, las mujeres que iban a ungir el cuerpo de Jesús con especias y ungüentos descansaron el sábado (séptimo día) conforme al mandamiento (S. Lucas 23:56). A continuación, San Lucas 24:1 destaca un nuevo ciclo semanal mencionando la frase: “El primer día”.

Dentro de las celebraciones cristianas a lo largo de la historia, una de las más grandes conmemoraciones semanales es la semana de “La Pasión de Cristo”, también llamada la Semana Santa.

El origen de la Semana Santa

Durante los siglos II y III d.C., los cristianos de Mesopotamia combinaron una celebración pagana con una conmemoración de la crucifixión y resurrección de Cristo mediante el símbolo de huevos, que señalaban la fertilidad y los beneficios de la resurrección del Salvador. La celebración (conocida también como Easter, en inglés) se vio envuelta posteriormente en tradiciones que involucraban animales, como el conejo y los huevos de Pascua.1 En 325 d.C., durante el Concilio de Nicea, se decidió recordar permanentemente la última semana de vida del ministerio terrenal de Jesucristo. De esta manera se introdujo esta actividad dentro de la Iglesia, la cual oscila entre la última semana de marzo y las tres primeras de abril de cada año, y depende del ciclo lunar.

El significado de la Semana Santa

En la actualidad, los cristianos del mundo entero se reúnen para conmemorar la última semana de la vida de Jesús en la Tierra a través de procesiones, misas, sermones, lecturas bíblicas y dramatizaciones. En cierta ocasión tuve la oportunidad de asistir a una extraordinaria representación dinámica de la semana de “La Pasión”, la cual se celebra cada año en la Universidad Adventista del Sur, en Tennessee, en la población de Collegedale. Allí pude experimentar en forma vívida muchas escenas de lo acontecido en esa semana hace 2,000 años.

La escritora Elena G. de White comenta acerca de este evento: “Sería bueno que cada día dedicásemos una hora de reflexión a la contemplación de la vida de Cristo. Debiéramos tomarla punto por punto, y dejar que la imaginación se posesione de cada escena, especialmente de las finales”.2

Estos hechos se podrían estudiar teniendo en mente las circunstancias descritas en el libro El Deseado de todas las gentes. Esta obra representa un narrativo impresionante de toda la vida terrenal de Jesús, y puede fortalecer la vida espiritual del lector y fomentar una mejor relación con el prójimo. Los capítulos que se enfocan en la última semana de la vida de Jesús empiezan en el capítulo 63, titulado “Tú rey viene”, hasta el capítulo 87, llamado “A mi Padre y a vuestro Padre”: un total de 25 capítulos. Puedes leer y estudiar tres o cuatro capítulos cada día durante la semana de “La Pasión”.

A través de la lectura es posible vislumbrar escenas tales como la agonía del Hijo de Dios en el Getsemaní, la cual fue aumentando hasta transpirar “gotas de sangre” (Lucas 22:44); la experiencia de Jesús al sobrellevar las cargas del pecado y la angustia espiritual de la humanidad (Isaías 59:2; Romanos 5:1; Isaías 53:1-13); la enorme separación que produce el pecado al alejarnos de Dios; la crucifixión y la resurrección (1 Corintios 15:20-22; Romanos 6:9; Hechos 2:24) de Cristo como dos poderosas evidencias del interés de Dios en nuestro bienestar eterno, entre otras.

En esta Semana Santa, dedica tiempo a estudiar los eventos de esa semana que marcó un antes y un después en la historia de la humanidad.

Sucesos de la última semana de la vida de Cristo

Los cuatro Evangelios del Nuevo Testamento describen los sucesos de la última semana de la vida de Jesús (ver S. Mateo 21, 26-28; S. Marcos 11, 14-16; S. Lucas 19, 22-24; S. Juan 12-20):

  • Su entrada triunfal en Jerusalén.
  • La institución de la Santa Cena.
  • La reunión en el monte de las Olivas y su oración en el huerto de Getsemaní
  • La traición de Judas.
  • La captura del Señor Jesús.
  • Su juicio ante la asamblea judía, cuando fue llevado posteriormente ante Pilato y Herodes.
  • El juicio ante Pilato, su crucifixión y muerte en el monte Calvario.
  • Su sepultura y resurrección.

1. Leonel L. Mitchell, Lent, Holy Week, Easter (New York: The Church Hymnal Corporation, 1996).

2. Elena G. de White, El Deseado de todas las gentes (Pacific Press Publishing Association), p. 63.

Carlos G. Molina es pastor y profesor de Nuevo Testamento jubilado.

Semana Santa: origen, sucesos y significado

por Carlos Molina
  
Tomado de El Centinela®
de Abril 2025