Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, la enfermedad vascular periférica (EVP), conocida comúnmente como las varices, a menudo en las piernas, afecta a aproximadamente 8.5 millones de personas en los Estados Unidos. Ante esta realidad, ¿cómo podemos mejorar la circulación sanguínea? Te propongo tres ejercicios que te pueden ayudar a mejorar la circulación.
Levantar pesas
Levantar pesas aumenta el flujo sanguíneo y contribuye a una mejor circulación. Puedes levantar pesas de tres a cuatro veces por semana. Si nunca has levantado pesas, busca a un entrenador personal o instructor certificado, ya que la seguridad debe ser una prioridad en el entrenamiento.
Caminar
Sin duda, uno de los ejercicios más saludables para mejorar la circulación sanguínea es caminar al aire libre. No es necesario correr para que el corazón bombee la sangre por todo el cuerpo. De hecho, cualquier actividad física que aumente el ritmo cardiaco beneficia la circulación. Diversos estudios han demostrado que caminar a paso ligero durante 30 minutos cada día mejora la circulación sanguínea y fortalece la salud cardiovascular.
Nadar
La natación es un ejercicio que también favorece mucho la circulación sanguínea, y es especialmente favorable si tienes problemas en las articulaciones (coyunturas). Es el ejercicio ideal para personas que sufren de algún tipo de artritis o de degeneración ósea. Con nadar, activas diferente grupos de músculos, tanto de la parte superior como de la inferior del cuerpo. Esto hace que mejore la circulación sanguínea. Puedes utilizar intervalos durante la natación. Por ejemplo, puedes nadar la distancia de la piscina lo más rápido posible, descansar al final durante un minuto y nadar de regreso. Otra opción es caminar en el agua; un minuto rápido y uno despacio. Lo importante es descubrir qué ejercicio o estilo de natación disfrutas más. Ese será tu mejor ejercicio.
Si no estás haciendo ejercicio de manera regular, te invito a que empieces hoy. Anímate y empieza el día con una buena caminata al aire libre. Cuando sientas que no puedes, recuerda que Jesús es tu fortaleza. “No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa” (Isaías 41:10, NTV).* ¡ánimo, que en Jesús todas las cosas son posibles! Él ha prometido:
“Los que confían en el SEÑOR
encontrarán nuevas fuerzas;
volarán alto, como con alas de águila.
Correrán y no se cansarán;
caminarán y no desmayarán”
(Isaías 40:31, NTV).
* Las citas bíblicas fueron tomadas de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.
El autor es nutricionista y entrenador personal. Escribe desde Seattle, Washington.