Vivimos en tiempos desafiantes. Mantenernos activos durante la pandemia es un gran desafío. Abundan las limitaciones para ejercitarnos como en la antigua normalidad: la cuarentena el distanciamiento social, el uso de la mascarilla, y los gimnasios cerrados son algunas de esas limitaciones. Por eso, quiero compartir contigo algunos consejos útiles para mantenerte activo.
Crea un mini gimnasio en casa
Si tienes un espacio de dos metros cuadrados, lo puedes lograr. No necesitas mucho espacio, pero sí creatividad, recordando que la seguridad está en primer lugar. Asegúrate de que tienes la aprobación de tu médico para hacer la actividad física. Puedes usar pequeñas pesas, bandas de resistencia, un bloque de ladrillo o cemento. También puedes usar botellas de agua, o aun tu propio cuerpo. Inicia con un calentamiento de cinco minutos, seguido por estiramiento, luego inicia tu rutina.
Sé creativo
Una de las cosas que desaniman es el aburrimiento. Usa tu creatividad. Asegúrate de que tus rutinas sean dinámicas y variadas. Un día haz ejercicio de fuerza, usando pesas, un par de ladrillos o botellas de agua, y otro día usa solo tu cuerpo. Al día siguiente puedes ejercitarte en una bicicleta fija o en una banda sin fin (treadmill), si la tienes en tu casa. Estos dos aparatos pueden ser muy útiles para que no te aburras. También puedes “correr” en el mismo lugar, haciendo intervalos de treinta segundos a un minuto, con un minuto de descanso y repitiendo el movimiento hasta alcanzar de veinte a treinta minutos de ejercicio. Escucha a tu cuerpo y mide tu rendimiento físico.
Ejercicio al aire libre
Si puedes, sal al aire libre, siempre siguiendo los protocolos de la ciudad. La caminata o cualquier otro tipo de ejercicio al aire libre es muy saludable. El sol, el aire y la belleza de la naturaleza crean un ambiente propicio para la salud física y emocional.
Recuerda: Tenemos que enfrentar la realidad. No podemos quedarnos paralizados durante mucho tiempo. Si te es posible, crea un mini gimnasio en tu casa, asegúrate de ser creativo con tus rutinas y, si se te permite, sal al aire libre y ejercítate. El ejercicio es una gran medicina para todo nuestro ser físico y mental. El vacío del alma lo llenas con el ejercicio de la oración a Jesús. Búscalo, que él restaura y protege tu vida, pues nos dice por medio del apóstol Juan: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Juan 2).
El autor es nutricionista y entrenador personal. Escribe desde Seattle, Washington.