Nunca antes había sido tan evidente la importancia del estilo de vida en la prevención del riesgo cardiovascular. En los Estados Unidos, los gastos por enfermedad cardiovascular en 2019 y 2020 fueron cerca de 422,300 millones de dólares, cifra que se duplica si se consideran las horas laborales perdidas. La enfermedad cerebrovascular generó alrededor de 91,000 millones de dólares en costos directos e indirectos. Existen diversos factores de riesgo cardiovascular, que se pueden clasificar de la siguiente manera:

  • Factores de riesgo no modificables: edad, sexo, genética, raza.
  • Factores de riesgo modificables: hipertensión arterial, hiperlipidemias, tabaquismo, diabetes, consumo de alcohol, café, uso de esteroides, obesidad, sedentarismo, estrés, dieta, personalidad.

Los factores primarios no modificables son aquellos que no se pueden cambiar. Los hombres hasta los 40 años tienen un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular; entre los 40 y 45 años, el riesgo se iguala, y a partir de los 45 años, el riesgo es mayor para las mujeres. La predisposición genética también es relevante: en familias con antecedentes de hipertensión, es común encontrar otros casos de enfermedades cardiovasculares. Este patrón también se observa en enfermedades como el cáncer, los cálculos renales, la diabetes y el asma. Además, la raza negra presenta una forma más agresiva de enfermedad cardiovascular, lo que la convierte en un grupo de riesgo más elevado.

Cómo evitar un infarto al miocardio

Usted desempeña un papel crucial en la reducción del riesgo coronario, especialmente para evitar un infarto al miocardio (IM). El 29 por ciento de los IM están asociados con mortalidad, ocurriendo a menudo en las primeras horas. El 16 por ciento puede experimentar un nuevo infarto, y el 37 por ciento sufre de angina de pecho. Una de cada tres muertes es atribuible a estas condiciones, representando alrededor de 800,000 muertes al año. Cada año, 5.8 millones de estadounidenses son hospitalizados a causa de eventos cardiovasculares.

La prevención comienza desde los seis meses de edad, con la dieta. Autopsias de niños muestran placas de grasa en las arterias, destacando la importancia de una dieta saludable. El consumo del colesterol es clave; muchos consumen alimentos con cantidades excesivas de colesterol. Estos alimentos deben ser consumidos con estricta moderación a fin de prevenir problemas de salud.

Los eventos cardiovasculares ocurren cuando las placas de grasa se desprenden y causan embolias. Reducir el colesterol en la sangre puede disminuir el riesgo de eventos cardiovasculares. El nivel ideal de colesterol sanguíneo es menos de 180 mg/dl. Un nivel de 200 mg/dl representa un riesgo moderado, con riesgo alto a partir de 240 mg/dl. El colesterol LDL, o “malo”, aumenta el riesgo cardíaco si está elevado, incluso con colesterol total normal. El colesterol HDL, o “bueno”, previene la adherencia del colesterol a las arterias y ayuda a eliminar el colesterol ya presente.

Reducir el LDL en un 10 por ciento puede disminuir en un 15 por ciento el riesgo de infartos. Los valores ideales varían según factores individuales. Una dieta rica en fibra y vitaminas A, E y C puede reducir el colesterol total y mejorar los niveles de HDL y LDL. Alimentos como la soja, los frutos secos y el aceite de oliva, ricos en ácido alfalinolénico, protegen el corazón. El ejercicio y la pérdida de peso también son beneficiosos, al reducir la presión arterial, la glicemia en los diabéticos, la tendencia a la coagulación y al aumentar la sensibilidad a la insulina. Los productos vegetales no contienen colesterol, que solo se encuentra en alimentos de origen animal.

El síndrome X

Hoy en día, existe un cuadro clínico llamado el “síndrome X”, caracterizado por factores de riesgo coronario como la hipertensión, la diabetes, el colesterol elevado, la obesidad, la hiperuricemia y, a menudo, el sexo masculino. También es conocido como el “síndrome de la muerte”, ya que estos pacientes tienen un riesgo seis veces mayor de consecuencias fatales en comparación con la población general. La aterosclerosis en estos casos es alta, por lo que es crucial reconocer y tratar estos factores.

Imaginemos a un ejecutivo con poco tiempo para el ejercicio, sedentario, que consume alcohol y café, fuma para calmar la ansiedad, y está estresado por sus deudas. Además, puede ser hipertenso, diabético, obeso, o una combinación de todos estos factores. Esta descripción refleja lo que los médicos vemos a menudo en la práctica diaria. Recientemente, llegó a mí una mujer angustiada porque vio a un hombre joven morir de un IM dentro de un bus: estaba borracho. Esta situación ilustra el riesgo continuo de los eventos cardiovasculares.

Prevención

La prevención es clave. Evitar el tabaquismo podría prevenir aproximadamente el 55 por ciento de los infartos al miocardio, mientras que hacer ejercicio podría evitar el 40 por ciento. Controlar la presión arterial, el azúcar en los diabéticos y el colesterol elevado previene solo el 5 por ciento de los casos. Aunque la medicación es esencial para quienes ya están diagnosticados, la prevención es más eficaz.

A nivel mundial, alrededor de 1,100 millones de personas fuman, con unas 475,000 muertes anuales en Estados Unidos debido al tabaquismo, cuyo costo en salud es de unos 400,000 millones de dólares al año.

Una dieta rica en frutas y vegetales puede reducir la tensión arterial sistólica entre 8 y 14 mm Hg. Un plan de ejercicios puede reducirla en 4 a 9 mm Hg; disminuir el sodio en la dieta reduce la presión en 2 a 8 mm Hg; la ingesta moderada de alcohol en 2 a 4 mm Hg; y perder peso puede disminuirla en 3 mm Hg por cada 4 a 8 por ciento de pérdida de peso.

Claves para cuidar su salud cardiovascular

  1. Controle su presión arterial. La hipertensión es el “enemigo silencioso”; no siempre tiene síntomas. Siga las indicaciones de su médico y evite compartir medicamentos; lo que beneficia a uno puede perjudicar a otro.
  2. Si es diabético, visite a su médico regularmente para ajustar el tratamiento según su glicemia. La descompensación a menudo es causada por la mala alimentación, así que consulte a un nutricionista para una dieta adecuada.
  3. Cuide la salud de sus hijos. La prevención de enfermedades cardíacas comienza desde temprana edad. Ofrezca una dieta balanceada, rica en frutas, vegetales y legumbres, para asegurar una buena salud futura.
  4. Deje de fumar. Cada cigarro acorta su vida en 11 minutos. Evite bebidas que fomenten el deseo de fumar y beba abundante agua para desintoxicar su cuerpo.
  5. Controle su peso. La obesidad es un factor de riesgo conocido, caracterizada por una cintura mayor de 90 cm (35 pulgadas) en mujeres y 94 cm (37 pulgadas) en hombres. La pérdida de peso mejorará su salud general. Si tiene sobrepeso, perder algunos kilos mejorará su salud general.
  6. Haga ejercicio. Caminar 30 minutos tres veces a la semana es un excelente preventivo para las enfermedades cardiovasculares y mejora su metabolismo y salud general.
  7. Confíe en Dios. En un mundo lleno de estrés, encontrar paz en Jesucristo es fundamental. La salud incluye aspectos físicos, mentales, sociales y espirituales. Permita que el Señor haga un milagro en su vida.
Bibliografía consultada:

Kasper, Fauci, Hauser, Longo, Jameson, Loscalzo y Harrison, Manual de medicina, 21a ed. (México: Mcgraw Hill Interamericana editores, 2023).

Lee Goldmann y Andrew Schafer, Tratado de medicina interna, 26a ed. (Barcelona: Elsevier, 2021).

Braunwald, Tratado de cardiología, 12ª ed. (Barcelona: Elsevier, 2022).

Guyton y Hall, Tratado de fisiología médica, 14a ed. (Barcelona: Elsevier, 2021).

Robbins y Cotran, Patología estructural y funcional, 10ª ed. (Barcelona: Elsevier, 2021).

Gray, Anatomía para estudiantes, 5ª ed. (Barcelona: Elsevier, 2024).

El autor es médico, egresado de la Universidad de Cartagena, Colombia, y dirige programas de prevención de enfermedades cardíacas en un hospital público de Medellín.

¿Cómo saber si su corazón está en riesgo?

por Hernando Mercado García
  
Tomado de El Centinela®
de Febrero 2025