¿Sabías que el amor es la característica número uno de Dios en la Biblia? Más allá de su soberanía, omnisciencia, omnipotencia, omnipresencia, o cualquier otro concepto profundo sobre él, el atributo principal, la esencia de su carácter en las Escrituras, es su amor. Este amor es su naturaleza misma, el fundamento de todo lo que hace. Es incondicional, eterno, y se manifiesta en su relación con toda la creación. El ejemplo más claro de esto es el sacrificio de Jesucristo en la cruz, donde Dios demostró su amor al ofrecer salvación para todos. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (S. Juan 3:16).
El mundo a menudo retrata a Dios como un ser de ira y juicio. Sin embargo, Dios se revela ante todo como un Dios de amor. En su Palabra él se muestra de la siguiente manera: “El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es amor” (1 Juan 4:8). Dios le dijo a Moisés: “Este es mi nombre: El Señor, el Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento para la ira y grande en amor y fidelidad” (Éxodo 34:6, NVI).*
Observa que la característica principal es el amor, y que la misericordia es una expresión concreta de ese amor. Esa misericordia implica compasión y perdón hacia aquellos que han fallado o están en necesidad. A través de su amor, Dios nos muestra su gracia y compasión.
Si el amor de Dios es su naturaleza y el fundamento de todo lo que hace, y si él desea que conozcamos ese amor, entonces debería ser lo más importante para nosotros aprender de él. Además, debe ser la característica más significativa que Dios quiere desarrollar en nosotros. Dios es amor, y desea que manifestemos ese amor al mundo por medio de nuestras acciones.
Manifestaciones del amor en la vida de Jesús
Jesús, la mayor manifestación del amor de Dios, ejemplificó varios tipos de amor (ver el recuadro en la página 9), pero se destaca especialmente por su manifestación del ágape, el amor incondicional y desinteresado. Ahora bien, ¿cómo se relacionan algunos de estos tipos de amor con Jesús?
- Ágape (amor incondicional). Este es el amor más claramente manifestado por Jesús. Su sacrificio en la cruz es el ejemplo supremo de amor incondicional, ya que dio su vida por la humanidad sin esperar nada a cambio. Este amor es compasivo, abnegado y se extiende incluso a los enemigos. Textos como San Juan 15:13 reflejan este amor sacrificial y altruista: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos”.
C. S. Lewis, en su libro Los cuatro amores, reflexiona sobre este tipo de amor: “El amor divino desciende, transformando todos los otros amores. ágape es ese amor que se da a pesar de nuestra indignidad, el amor que Jesús mostró en su sacrificio más elevado”. San Agustín también resalta este tipo de amor: “Dios nos amó no porque seamos amables, sino porque él es amor mismo. Este es el ágape, el amor que ama sin esperar ser amado de vuelta” (La ciudad de Dios).
- Philia (amor de amistad). Jesús demostró este tipo de amor hacia sus discípulos y amigos cercanos. En varias ocasiones, llamó a sus discípulos “amigos” (S. Juan 15:15; S. Lucas 12:4). Mostró un profundo afecto, cuidado y lealtad hacia ellos, compartiendo tanto sus enseñanzas como su vida cotidiana. Su relación con Marta, María y Lázaro (S. Juan 11:5) es un claro ejemplo de su amistad genuina y profundo cariño personal hacia ellos.
- Storge (amor familiar). Aunque este tipo de amor no se menciona con tanta frecuencia como otros, Jesús también demostró un amor familiar, tanto en su relación con su madre, María, como en su preocupación por las familias de sus seguidores. En la cruz, por ejemplo, se aseguró de que su madre recibiera cuidado encomendándola a su discípulo Juan (S. Juan 19:26, 27). Además, al referirse al amor de Dios como Padre, Jesús reflejó una comprensión profunda del amor familiar y de la protección divina.
Jesús encarnó el ágape y el philia, mostrando un amor profundo, abnegado hacia la humanidad y hacia sus amigos, y también dio ejemplos de storge en sus relaciones familiares. Su vida y sus enseñanzas son un modelo de cómo amar a Dios y al prójimo con un amor desinteresado y transformador.
Jesús nos llama a manifestar estos tres tipos de amor: el ágape, que es compasivo y abnegado, y nos invita a amar incluso a nuestros enemigos sin desearles mal. En San Juan 13:34 y 35 dice: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”. Además, nos exhorta a amar a nuestros enemigos: “Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian” (S. Lucas 6:27, 28).
Jesús también nos llama a practicar el amor de amistad (philia), como lo hizo con sus discípulos, a quienes se dirigió como “amigos” (S. Juan 15:15). Además, nos anima a amar a nuestra familia (storge), tal como él lo mostró al encomendar el cuidado de su madre a Juan desde la cruz. Este gesto nos recuerda que en Cristo formamos una nueva familia espiritual.
Que podamos vivir estos tipos de amor y reflejarlos en nuestra vida diaria, siguiendo el ejemplo de Jesús y haciendo del amor una verdadera manifestación de nuestra fe.
Los diversos tipos de amor en la cultura griega
En las culturas y filosofías, especialmente en la antigua Grecia, el amor se ha clasificado en diferentes tipos. A continuación, algunos de los más conocidos:
- Eros. Es el amor romántico o apasionado, que se refiere a la atracción física y al deseo sexual. A menudo es instintivo e impulsivo, asociado con una intensa pasión y la búsqueda del placer.
- Philia. Es el amor fraternal o de amistad, que representa el afecto profundo y la lealtad entre amigos o camaradas. Este tipo de amor se basa en el respeto mutuo, la confianza y una conexión emocional significativa.
- Storge. Es el amor familiar, especialmente el que existe entre padres e hijos. Es un amor natural y protector, relacionado con el cariño y el cuidado entre los miembros de una familia.
- ágape. Es el amor incondicional y desinteresado, más espiritual y altruista. Trasciende el egoísmo y las emociones pasajeras, y en el contexto cristiano, se refiere al amor divino y al amor por toda la humanidad.
- Ludus. Es el amor juguetón y ligero, a menudo relacionado con la etapa inicial de las relaciones románticas. Incluye el coqueteo y la diversión.
- Pragma. Es el amor maduro y comprometido que se desarrolla con el tiempo, basado en la comprensión y la cooperación mutua. Este tipo de amor se encuentra en relaciones a largo plazo o matrimonios sólidos.
- Philautia. Es el amor propio, que puede manifestarse de manera sana como autorrespeto y cuidado personal, o de manera negativa cuando se convierte en narcisismo o egoísmo extremo.
* La cita marcada con NVI fue tomada de la Santa Biblia, NUEVA VERSIóN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015, 2022 por Biblica, Inc.®, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo.
El autor tiene una maestría en Educación y un doctorado en Ministerio. Escribe desde Miami, Florida.