Hace años, el periódico The Saturday Evening Post publicó un artículo titulado “The Seven Ages of Love” [Las siete edades del amor], que revelaba la reacción de un esposo frente a los resfriados de su esposa durante sus primeros siete años de matrimonio. Estas fueron las actitudes durante ese periodo:
En el primer año: “Oh, mi reina bomboncito, estoy preocupado por ti. Tienes un terrible catarro y no se sabe qué pueda pasar con todas las afecciones de la garganta que hay por ahí. Te voy a llevar al hospital esta tarde para un examen general y un buen descanso. Sé que la comida es terrible, pero te traeré algo del restaurante que te gusta; ya hice arreglos con alguien del hospital para entrar la comida”.
En el segundo año: “Corazón, no me gusta cómo suena esa tos. Llamé al doctor Miller y le pedí que viniera rápidamente. Ahora métete en cama”.
En el tercer año: “Mejor recuéstate, querida; nada como un buen descanso cuando te sientes tan mal. Te traeré algo de comer. ¿Quedaron latas de sopa?”
En el cuarto año: “Mira, querida, sé sensata. Después de darles de comer a los niños, lavar los platos y barrer, sería mejor que te acuestes”.
En el quinto año: “¿Por qué no te tomas un par de aspirinas?”
En el sexto año: “¡Hazte unas gárgaras, mujer, o algo en lugar de estar ahí tirada toda la noche ladrando como una foca!”
En el séptimo año: “¡Pero por favor, deja de estornudar! ¿Quieres contagiarme de neumonía?”
El deterioro del matrimonio visto a través del resfriado común: una mirada humorística a una realidad no tan humorística.1
Cuando leí la ilustración contenida en el artículo me reí, pero al mismo tiempo me hizo pensar seriamente en mis 16 años de casado y la forma como he tratado a mi esposa. Cuando nos casamos, todos soñamos que nuestro amor hacia nuestra esposa durará toda la vida, y aumentará con el paso del tiempo en vez de disminuir. Debo confesar que, aunque amo a mi esposa, he visto algunos cambios en nuestro matrimonio, y no todos ellos son para bien.
El ideal sería que sigamos tratando a nuestra esposa de la misma forma como cuando éramos novios o estábamos recién casados. Si por alguna razón no es así, es hora de buscar consejo y dirección en algún lugar.
La Biblia, como fuente inagotable de sabiduría y guía espiritual, nos presenta pasajes que trascienden el tiempo y la cultura y ofrecen principios para la vida y el bienestar del matrimonio. Podemos encontrar uno de esos pasajes en Efesios 5:25 al 31, donde el apóstol Pablo exhorta a los esposos a amar a sus esposas como Cristo amó a la iglesia. Exploremos juntos cuatro puntos del texto bíblico que nos desafían a amar como Cristo amó.
1. Amor sacrificial
Notemos el énfasis que establece Efesios 5:25: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella” (RV95).2 El pasaje resalta la importancia de una clase de amor que lo entrega todo. Mediante una metáfora, Pablo muestra que, así como Cristo dio su vida por la iglesia, los esposos deben estar dispuestos a entregar todo por sus esposas. Esto implica renunciar a sí mismo, a sus deseos egoístas, a la comodidad; y así alimentar la relación de amor y entrega mutua en el matrimonio. El verdadero amor se muestra no solo en palabras, sino en acciones de sacrificio. Si realmente amas a tu esposa, pregúntate: ¿Qué estoy dispuesto a sacrificar por su amor?
2. Santificación y purificación
El versículo 26 dice: “Para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra”. Este texto profundiza aun más en la relación entre Cristo y la iglesia, que sirve como modelo para la relación entre esposos. Esto implica que el matrimonio no es simplemente un compromiso legal frente a una ley terrenal, sino que, de manera fundamental, es un pacto con Dios y con el cónyuge. Cuando el hombre se casa, es consciente de que vive para amar, cuidar, proteger y atender solamente a su esposa. Comprende que ha sido apartado para entregar todos sus afectos a la persona que ha escogido como objeto de su amor. Y vive solo para ella.
3. Amor transparente
Encontremos el siguiente punto en el versículo 28: “Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama”. Aquí vemos la importancia del vínculo amoroso, honesto y generoso dentro del matrimonio. El esposo debe expresarse con amor, considerando qué tipo de trato le gustaría recibir ante cualquier tipo de situación. Así como no recibiría la fuerza, los gritos y el autoritarismo, no debe utilizarlos él. Su papel principal es cuidar y proteger a su esposa como a su propio cuerpo, y conocer sus necesidades físicas, emocionales y espirituales. Este tipo de amor transparente solo es posible cuando te sometes al ejemplo de amor generoso que Jesús demuestra hacia su iglesia.
4. Unidad y cuidado mutuo
Encontramos el último punto en el versículo 31: “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne”. Es solo en el matrimonio donde encontramos este nivel tan íntimo y profundo de unidad. La idea de “una sola carne” implica no solo la fusión física, mental y espiritual; sino también una comunidad de intereses y reciprocidad de afectos, donde las individualidades se entrelazan en una unidad inseparable. Mantener la unidad que se especifica aquí requiere constancia, comunicación, y la disposición para enfrentar cualquier desafío, siempre que sea juntos.
Cada esposo debería poner en práctica los principios contenidos en Efesios 5:25 al 31, y demostrar a su esposa amor sacrificial, santificación y purificación, amor transparente, y sobre todo, cariño y cuidado mutuo. Los consejos de Dios no han cambiado, y siguen siendo un desafío para el bienestar y la felicidad de las parejas. Adoptar estos valores puede ayudar a la pareja a cultivar relaciones sólidas, llenas de amor, respeto y crecimiento espiritual, siguiendo el ejemplo de Cristo y su amor por la iglesia.
¿Qué necesita saber el hombre sobre la mujer?*
Hay muchas frases conocidas que se construyen sobre el concepto de que es imposible conocer a las mujeres. A continuación encontrarás algunas ideas provenientes de mujeres sobre qué debería saber un hombre acerca de ellas.
- Las mujeres necesitan cercanía: La cercanía es una de las necesidades más básicas de una mujer. Las separaciones, ya sean tan cortas como un día laboral, o más largas, le pesan. Restablecer la cercanía es muy importante. Hacerle saber a una mujer que estás cerca, disponible, puede marcar una gran diferencia en la relación. Claro, esto no implica que el hombre siempre tiene que dejar de lado sus propias necesidades para suplir las ajenas. Lo importante es no ignorar las necesidades de tu pareja.
- Si no sabes qué necesita, pregúntale: Quizá te ha pasado notar que a tu pareja le pasa algo, pero no logras identificar qué es. Ante esta situación, lo mejor es evitar las especulaciones y preguntarle directamente qué necesita. Hay muchas preguntas que puedes articular más allá de la típica “¿Qué te pasa?”, que generalmente tiene una respuesta automática de: “Nada”. Algunos ejemplos son: ¿Te puedo ayudar en algo? ¿Qué puedo hacer por ti? ¿Cómo fue tu día? ¿Hay algo de lo que podamos conversar?
- La comunicación es clave: Más de una investigación ha brindado el resultado de que la comunicación es una de las bases más importantes en cualquier relación. Tener la libertad de expresarnos sin temor y con confianza es necesario para toda mujer. Esfuérzate por expresar lo que te sucede, escuchar con intención y siempre ser honesto en tus comunicaciones.
- Aprecia el trabajo de tu pareja: Hoy en día tanto hombres como mujeres tienen una diversidad enorme de posibilidades laborales. Aun así, todavía la gran mayoría de la sociedad no contabiliza el trabajo doméstico como cualquier otro. Es muy importante valorar el trabajo que hace el otro, y compartir la carga de las tareas del hogar entre la pareja, acorde a su realidad particular. Además, preguntar cómo se siente el otro, si está contento con sus responsabilidades o el nivel de cansancio que maneja, son preguntas que es importante hacer regularmente.
* Fuente: https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-02-05/las-seis-claves-para-entender-perfectamente-a-las-mujeres-segun-una-mujer_81852/.
Elmer Alférez es el pastor principal de la Iglesia Hispana Spring Branch. Escribe desde Houston, Texas.