Al leer este título, alguno de los lectores podría pensar que es muy alarmante, y quizá hasta exagerado. ¿De dónde puede sacar la mente del autor de este artículo que existe un reloj del fin del mundo? ¿Qué podría determinar la existencia de semejante sistema de medición de nuestro tiempo? ¿Cuán seguros podemos sentirnos de que el fin de la historia de la humanidad realmente está a las puertas?
Remontémonos en la historia unos 75 años atrás, cuando la Segunda Guerra Mundial apenas llegaba a su fin. Dos bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki determinaron que el último país opuesto a los Aliados presentara su rendición incondicional. Pero ¡a qué costo! En ese momento, recién comenzaba una nueva era de destrucción.
¿Existe un reloj del fin del mundo?
La existencia de este reloj, que no existe en forma física sino virtual, se remonta a 1947. Fue concebido por la mente de quienes dirigían el Boletín de los Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago, cuyo fundador fue Albert Einstein, en 1945. La mayoría de los científicos que conformaban esta asociación habían trabajado en el proyecto Manhattan, que creó la primera bomba atómica en la historia de la humanidad. Ante la creación de un arma de destrucción masiva y la primera posibilidad de la aniquilación de toda la humanidad, se creó el concepto de un reloj que indicara la cercanía de la destrucción final de nuestro planeta. La idea era comunicar a la humanidad la situación de amenaza en la que nos encontramos.1
En un principio, este reloj evaluaba la posibilidad de una guerra nuclear entre superpotencias. A partir de 2007 se incluyeron en la medición el aumento del terrorismo a nivel mundial, los ataques cibernéticos y algunas variables más. Desde 1973, el Concejo de Ciencia y Seguridad se reúne dos veces al año para evaluar la situación en nuestro planeta y decidir qué hora debe marcar el medidor del fin del mundo.
Este instrumento, que también recibe el nombre de “reloj apocalíptico” o “reloj del juicio final”, comenzó su recorrido faltando siete minutos para la medianoche de la humanidad. Desde entonces, la aguja del minutero se ha movido hacia adelante o hacia atrás, de acuerdo con los acontecimientos mundiales. En 1953, ante las pruebas nucleares realizadas por los Estados Unidos y la Unión Soviética, llegó a estar a las 11:58, a tan solo dos minutos de las doce de la noche. Para 1991, la aguja del minutero había retrocedido hasta 17 minutos antes de la medianoche, tras la firma de los tratados de reducción de armas por parte de las mismas potencias. Ese fue el momento en que el reloj marcó la mayor distancia con la medianoche para la humanidad.
Después de constantes cambios de adelanto y atraso del minutero, el 25 de enero de 2018, ante el riesgo de armas nucleares, el uso de bombas biológicas y el cambio climático, la aguja del reloj volvió a ubicarse a las 11:58, la misma hora culminante de 1953. Es una combinación explosiva, sin duda alguna.
En el año 2020 el reloj indicó que faltaba menos de 2 minutos para la medianoche: el planeta estuvo a tan solo 100 segundos de las doce. Ante la guerra entre Rusia y Ucrania, el 24 de enero de 2023 el reloj marcó las 11:58:30. ¡Estamos a 90 segundos de las doce de la noche para nuestro mundo! Rachel Bronson, presidenta y directora ejecutiva actual del Boletín de los Científicos Atómicos, explicó entonces que “vivimos en una época de peligro sin precedentes, y el reloj del juicio final refleja esa realidad”. Todo parece indicar que hoy estamos muy cerca del fin de la historia de la humanidad. Sin duda nos preguntamos: ¿Cuándo dejará el hombre de estar peleando contra el hombre? ¿Cuándo dejaremos de destruirnos para vivir en armonía toda la humanidad? Parece imposible.2
Conclusión
Ante la proximidad a la medianoche de la humanidad y la destrucción total que nos presenta el metafórico “reloj del fin del mundo”, quiero decirte que esta no es una mala noticia. De hecho, puede representar la mejor noticia para la humanidad deteriorada y vacía que vive en la actualidad, ya que señala el comienzo del reino de Dios y nuestra transformación. Apocalipsis 21:4 y 5 nos cuenta el plan que tiene el Salvador para todos nosotros: “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”. Y él hace “nuevas todas las cosas”. Qué maravilloso será vivir en un mundo donde no haya más dolor, enfermedad, muerte, delincuencia ni maldad; donde podamos vivir sin sentirnos apesadumbrados por nada. La gran incógnita de la hora es: ¿De qué lado estaremos tú y yo cuando el gobierno de Dios llegue a este mundo? Es momento de alistarnos para encontrarnos con el Salvador del mundo y disfrutar de un mundo libre de todo mal. ¡Así nos alegraremos por la eternidad!
... ¿qué vendrá luego?
“Se levantará nación contra nación” y habrán “guerras y rumores de guerras”.
Cuando abrimos la Biblia en pasajes como San Mateo 24 o San Lucas 21, hallamos que entre las señales del tiempo cercano a la segunda venida de Jesús “se levantará nación contra nación” y habrán “guerras y rumores de guerras”. Eso es precisamente lo que parece haberse multiplicado en los últimos años entre diversas naciones. La Biblia es aun más clara que el “reloj del fin del mundo”. Declara que estamos muy cerca de un cambio enorme para la humanidad: la segunda venida de Cristo.
En Miqueas 4:3 y 4 leemos que el Señor “juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas y lejanas. Ellos convertirán sus espadas en azadones y sus lanzas en hoces. Ninguna nación alzará la espada contra otra nación ni se preparará más para la guerra. Se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien les infunda temor” (RV95).* El final de la guerra se dará con la llegada de Jesús a este mundo y la instauración de la paz universal, que la humanidad nunca logró. ¿Te puedes imaginar ese momento, cuando ya no haya que evaluar cuán cerca estamos del fin del tiempo, porque el tiempo ya llegó y es mucho mejor de lo que podemos esperar?
Es un buen momento para detenernos a pensar en nuestra relación con el Rey del universo. Si te gustaría vivir en una tierra de paz, donde la destrucción ya no sea una posibilidad, este es el momento de prepararte. Dedica tiempo todos los días a conocer mejor a Dios, nuestro Creador, Amigo y Rey. Medita en su gran amor y en el sacrificio que hizo para que tengamos la posibilidad de vivir en un lugar mejor. ¡Y no olvides agradecerle!
* Cita bíblica de la versión Reina-Valera 1995 version Reina-Valera 95® © Sociedades Bíblicas Unidas, 1995. Utilizada con permiso.
Carlos Rafael Schupnik Fleitas tiene una maestría en Teología y escribe desde Columbia, Maryland.