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En 1968, Stanley Kubrick estrenó 2001: Una odisea del espacio. La película, que se proyectaba décadas en el futuro de los años sesenta, mostraba una nave espacial estadounidense, Discovery One, con destino a Júpiter, cuando la computadora de inteligencia artificial (IA) que llevaba a bordo, llamado HAL, se rebeló contra la tripulación y mató a algunos antes de que un tripulante empezara a desconectar los circuitos de HAL, a pesar de que HAL, como un humano desesperado, le rogaba que parara.

La película de Kubrick no fue la única en describir la IA fuera de control. Desde Blade Runner (1982), en la que robots de IA llamados “replicantes”, casi indistinguibles de los humanos, luchan contra ellos en un intento de seguir “vivos”, pasando por Matrix (1999), con ordenadores de IA malévolos que cosechan la bioelectricidad de los cuerpos humanos, hasta Yo, robot (2004), cuando un ordenador de IA, VIKI, intenta esclavizar a la humanidad, la ciencia ficción ha explorado los peligros potenciales de la IA.

Sin embargo, ¿hemos llegado al momento en que la palabra ficción ya no se aplica a los peligros de la IA? Muchos creen que sí. O si aún no hemos llegado, que pronto lo haremos. ¿Están en lo cierto? Y, si es así, ¿qué podemos hacer, si es que podemos hacer algo, para protegernos?

La IA ahora

últimamente, solo oímos hablar de inteligencia artificial. Se está extendiendo tan deprisa y avanza tan rápido que nadie sabe a ciencia cierta dónde estará dentro de un año. Pero, ¿qué es? En cierto sentido, la IA no es más que programas informáticos muy rápidos que utilizan grandes cantidades de datos de forma que simulan o imitan el pensamiento humano. Básicamente, es cualquier sistema capaz de realizar tareas complejas de un modo que refleja cómo resuelven los problemas los propios humanos; pero la IA lo hace mucho más rápido.

El hecho es que la IA ya impacta en nuestra vida. Si alguna vez has recibido una factura de compra en línea al instante, has utilizado un chatbot que responda a tus preguntas o has abierto tu teléfono con reconocimiento facial, has utilizado la IA. Mientras tanto, a mayor escala, la IA se está utilizando para luchar contra el cáncer, salvar a las abejas, ayudar a personas con discapacidad, preservar la vida salvaje y detener la trata de seres humanos. ¿Por qué entonces tanta preocupación?

Engaños por todas partes

La Biblia, una y otra vez, y a menudo en el contexto del tiempo del fin, advierte sobre los engaños, sobre las masas engañadas. Jesús mismo advirtió: “Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán” (S. Mateo 24:5). Advirtió que también los falsos profetas “engañarán a muchos” (versículo 11). A mayor escala, las Escrituras dicen que el diablo “engaña al mundo entero” (Apocalipsis 12:9).

¿Quién sabe qué papel desempeñará la IA en todo este engaño, si es que desempeña alguno? Lo seguro es que debemos basarnos no solo en nuestros sentidos, que pueden ser engañados fácilmente, sino en la Palabra de Dios y en lo que enseña sobre la salvación en Jesús, especialmente en el contexto de su segunda venida. Saber lo que la Biblia enseña y obedecerla es nuestra única protección contra el engaño.

¿La clave? No esperar. Debemos conocer al Señor y su verdad ahora. Ha habido todo tipo de engaños en el pasado, y han engañado a muchos; ¿cuánto mayores podrían ser los engaños del fin, especialmente con la potencialidad de la IA? Puede que no nos enfrentemos a un HAL o a “replicantes”, pero las amenazas de la IA pueden ser sutiles, y eso nos recuerda la necesidad de conocer la Biblia.

De deepfakes y prejuicios

Casi todos los avances tecnológicos, aunque estén pensados para el bien, pueden ser (y suelen ser) utilizados para el mal. La misma Internet que ofrece estudios bíblicos en línea también ofrece pornografía (y adivina cuál predomina más). Un arma creada para la autodefensa también puede utilizarse para asesinatos en masa. Los ejemplos son interminables. Y lo mismo ocurre con la IA.

Aunque todavía no suponga una amenaza tan grande como las pandemias o una guerra nuclear, la IA ya ha causado problemas. Por ejemplo, los deepfakes. ¿Qué es un deepfake? Es un video que utiliza tecnología impresionante para replicar el parecido de un sujeto y sustituir la cara de otro; es decir, transformar a una persona en otra. Los resultados pueden ser impresionantes y muy divertidos, pero también pueden suscitar dudas sobre la privacidad, la manipulación y la autenticidad.*

Las generaciones de IA pueden hacer que alguien parezca que está haciendo casi cualquier cosa. Imagínate lo que podría hacerle a su oponente un activista político. O imagina a algún dirigente nacional sin escrúpulos utilizando deepfakes para engañar a su pueblo y llevarlo a la guerra.

A algunos les preocupan otros problemas potenciales de la IA, como la pérdida de puestos de trabajo debido a nuevas automatizaciones, una vigilancia social más eficaz, la programación de prejuicios humanos en el software de la IA y formas mucho más potentes de difundir mentiras y propaganda que solo dividen aún más un mundo ya fragmentado.

* Joseph Foley, “20 of the Best Deepfake Examples That Terrified and Amused the Internet”, Creative Bloq, 10 de marzo de 2023, https://www.creativebloq.com/features/deepfake-examples.

Clifford Goldstein es autor de artículos y libros, y escribe desde Tennessee. Este artículo fue traducido y adaptado de la revista Signs of the Times® de enero, 2024.

Cuando la ficción se vuelve realidad

por Clifford Goldstein
  
Tomado de El Centinela®
de Enero 2025