Un nuevo año ha comenzado; en tanto, permanecemos anclados en la pandemia del COVID-19. Ante este crítico panorama, vamos avanzando hacia una nueva normalidad de la que debemos salir fortalecidos, no bajar los brazos. Esto nos obliga a buscar nuevas maneras para salir airosos. Una de ellas es ser más resilientes. Hay que mantener la fe en medio de la adversidad, porque estamos concentrados en nuestra recuperación, en confiar plenamente en Dios, en salir avante aunque las energías espirituales y físicas estén mermadas ante tanto sufrimiento. Esto es la resiliencia.
Los estudios muestran que la resiliencia puede ser trabajada y entrenada. Por eso, te quiero recomendar tres formas prácticas de ser más resiliente en 2022.
Relaciónate con tu Creador
El Señor Jesucristo dijo a sus discípulos: “Separados de mí no pueden ustedes hacer nada” (S. Juan 15:5, NVI).* La capacidad del ser humano para sobreponerse a los reveses de la vida consiste en la resiliencia, un elemento protector que ayuda a potenciar la mejora ante el sufrimiento, y avanzar hacia un mejor bienestar emocional. Pero nada vamos a sacar de nuestro interior sin que Dios lo implante o lo encienda desde adentro. La confianza plena en Dios es tu poder más preciado.
Sentir la necesidad de buscarle sentido a la vida te ayuda a acercarte a tu Creador y a tu prójimo necesitado. Busca estar en la presencia de Dios y llénate de su poder. Adóralo, estudia sus Escrituras, ora y ofrécele tus afectos y habilidades. Verás que saldrás ennoblecido y fortalecido para superar la adversidad y ayudar a otros. Entonces tendrás un espíritu de gratitud, a pesar de lo incierto que parezca o sea el nuevo año.
Ten presente que de la naturaleza de nuestro mundo interior depende nuestro estilo de vida. Si este es positivo, nos permite manejar el estrés. Por tanto, procura enfocar tu crecimiento personal hacia una nueva esperanza, pues cuando te conectas con la Vida verdadera, todo es posible.
Crece
La crisis ha provocado un colapso social y ha desanimado a muchas personas. Sin embargo, ha contribuido al surgimiento de muchas otras, por el ejercicio de la resiliencia, por una confianza plena en Dios, por el aporte de nuevas ideas, nuevas formas de vida y nuevos modos de proyectar la economía.
En esta nueva normalidad, para este año los países del mundo buscan que la crisis sea llevada someramente, adaptándose a las nuevas perspectivas y permaneciendo atentos a los cambios continuos, por lo que la resiliencia implica reestructurarnos para afrontar las situaciones venideras.
La pandemia ha sacado de nosotros el afán de ir más allá, de crecer y desarrollar nuestro potencial. Te invito a que sigas educándote de manera optimista. Sorpréndete con una nueva calidad de vida, sé consciente de tus potencialidades y limitaciones. ¡Ese es tu desafío! Sé creativo y ten confianza plena en Dios. él promete ayudarnos a adaptarnos a lo que suceda en el futuro. Cada día él hace de nosotros nuevas criaturas. “Las cosas viejas pasaron” (2 Corintios 5:17). Cambia, ponte metas: pocas, pero desafíate.
Motívate a escuchar cada día mensajes de audio sobre desarrollo personal, finanzas y desarrollo espiritual que satisfagan tu alma y tu espíritu y calmen tus emociones negativas, como la tristeza y el sufrimiento. Busca un mentor, una persona que te eleve al máximo en todas tus potencialidades: un amigo, un pastor, un coach, alguien que te ayude a mantenerte enfocado en Dios y en la supervivencia. Desarrolla el hábito de adaptarte a los cambios, pues vendrán muchos más, y hay que estar listos para lo que sea.
Emprende y alcanza tus objetivos
En esta pandemia ha surgido una nueva economía, modos nuevos de hacer las cosas. Uno de ellos es emprender en el mundo digital. Estamos en la era de las redes sociales. Aprende a usarlas, avanza hacia los nuevos cambios sociales y económicos, dirígete hacia una nueva normalidad.
¡No te quedes atrás! Repite todos los días: “¡No tendré temor!” Enfócate en redimensionar tus objetivos. Sé un innovador consciente de los resultados, y busca una nueva forma de generar recursos y aportar con tus logros al desarrollo de esta nueva modalidad. Dios promete que no te dejará ni te desamparará (Josué 1:5).
El acto de emprender te estimulará a diseñar estrategias hacia acciones que transformarán tu optimismo, entusiasmo, estima propia, creatividad y comunicación. ¡Supera tus propios desafíos!
Conclusión
Practica estas tres formas de ser más resiliente durante 2022, dándole a Dios el lugar que le corresponde en tu vida, desarrollando tu potencial, y emprendiendo e innovando en procura de un mayor desarrollo. Sobre todo, recuerda que Dios siempre estará contigo. ¡él buscará la manera de mantener la brújula de tu vida orientada hacia un norte seguro!
Cree, emprende y avanza
Crece en la gracia, aférrate del inefable amor de Dios. él aún no ha terminado de perfeccionarte. Una de las promesas más preciosas de la Biblia dice: “No tendrá temor de malas noticias; su corazón está firme, confiado en Jehová” (Salmo 112:7).
Confía en tus capacidades. Sé más objetivo, y busca avanzar en procura de tus metas, para ser más resiliente. No bajes los brazos, activa tu pasión, sé tenaz y flexible y adapta tus planes en un emprendimiento que te llene de energía hacia la búsqueda de la excelencia.
Desarrolla nuevos hábitos que faciliten el logro de tus propósitos. Las malas noticias vendrán, pero con la ayuda de Dios estarás listo para afrontarlas, porque has aprendido a confiar plenamente en Aquel que conoce el final de la historia.
Pasos a la superación personal*
1 Plantéate una meta clara y concreta. Una “meta” puede ser cualquier cosa que desees hacer o conseguir. Plantearte una meta de forma precisa te acerca al éxito porque te ayuda a identificar lo que quieres obtener. Debe ser:
- Personal: no puede ser impuesto por alguien desde fuera.
- Realista: posible de lograr.
- Divisible: susceptible de dividir, para determinar los pasos o etapas a cumplir para conseguirla.
- Medible: que permita comprobar lo que has logrado, y lo que falta para alcanzarla.
2 Fija las tareas que debes realizar para conseguirla. Una vez que hayas elegido la meta que deseas alcanzar, determina los pasos, fases o etapas que debes cumplir para lograrla. Identifica las tareas. Debes realizar un trabajo continuo. La perseverancia juega un papel determinante.
3 Organiza las tareas en el orden que debes realizarlas. Si intentas llevar a cabo todas las tareas al mismo tiempo, es probable que no consigas nada. Para lograr una meta es vital identificar las tareas y asignarles un tiempo estimado de ejecución, tomando en consideración los imprevistos, para no desalentarte. Este paso se puede denominar elaboración del “plan de trabajo”.
4 Inicia la ejecución de las tareas y evalúa los logros que vayas obteniendo. Se trata de la puesta en marcha de tu plan de trabajo; se requiere voluntad, constancia y perseverancia, además de vencer tus propios miedos. Dando un paso a la vez y con certeza, verás grandes resultados.
* https://www.tuestima.com/4-pasos-para-elaborar-tus-proyectos-de-superacion-personal-y-lograr-el-exito/.
* El versículo marcado con NVI fue tomada de la Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015 por Biblica, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo.
El autor es dirigente de la Iglesia Adventista en Florida.