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Conforme al relato bíblico, Dios bendijo a Adán y Eva con estas palabras: “Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla” (Génesis 1:28).* Esa bendición jamás dejó de cumplirse, porque al momento de escribir estas palabras —5 de abril de 2016—, los habitantes de este planeta ya somos más de siete mil cuatrocientos once millones.1 ** Y seguimos multiplicándonos: Tan solo en el tiempo que te tomará leer este artículo, nacerán en el mundo unos 1.500 bebés.2 Según la proyección de las Naciones Unidas, en 2030 el mundo tendrá ocho mil quinientos millones de habitantes, y en 2050, nueve mil setecientos millones.3 La bendición registrada en Génesis no establece un tope; solo dice “multiplíquense”. Sepan o no de esta bendición, los líderes del mundo parecieran estar de acuerdo con ella, porque en 1968, en Teherán, la capital de Irán, aprobaron una declaración que dice: “Las parejas tienen el derecho humano básico de decidir libre y responsablemente el número y el espaciado [del nacimiento] de sus hijos y el derecho a una educación e información adecuadas sobre este respecto”.4

Pero la bendición de Génesis también nos entregó a los humanos el derecho de conquistar la tierra: “Llenen la tierra y sométanla”. No hemos sido ni lentos ni perezosos en usar esta parte de la bendición. Así, casi el cuarenta por ciento de la superficie seca del planeta ha sido convertida en tierras de cultivo y pastizales. Cada año, solo los Estados Unidos pavimentan unos cuatro mil kilómetros cuadrados de su territorio.5 Cada año, la tierra pierde unos noventa mil kilómetros cuadrados de bosques,6 y de acuerdo a un estudio realizado por el Centro de Investigación Conjunto Europeo, ya no queda en el planeta algo que se pueda llamar selva virgen remota.7

Pero al poblar la tierra y someterla, nos hemos ido metiendo en problemas. Unos de carácter ambiental, como el hecho de que unas treinta mil especies de plantas y animales se extinguen cada año en el mundo por la acción del hombre.8 Además, hemos contaminado el planeta hasta el punto de causar un aumento de la temperatura, lo que está produciendo un cambio climático irreversible. Y si queremos escribir sobre los conflictos humanos, el espacio para este artículo no alcanzaría. La inequidad en la distribución de la riqueza es causa directa de que unos ochocientos millones de personas padezcan desnutrición crónica en el mundo,9 o sea, padecen hambre. Se calcula que unos mil millones de personas carecen de acceso a agua potable, y unos dos mil cien millones viven con menos de tres dólares al día.10 Podríamos añadir los conflictos militares por razones energéticas y de recursos naturales, y los conflictos sociales, los desafíos en educación y salud a nivel mundial.

Tanto le preocupa a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el daño que le estamos infligiendo al planeta y el que nos hacemos a nosotros mismos, que en 1989 designó el 11 de julio como el Día Mundial de la Población. Fue en esa fecha, pero dos años antes, cuando el mundo alcanzó los cinco mil millones de habitantes. Al conmemorar esa fecha cada año, la ONU procura llamar la atención a los diferentes desafíos poblacionales que afectan a la humanidad.

Alguien podría preguntarse si acaso Dios no previó que la multiplicación de los seres humanos sobre la tierra nos llevaría al estado de crisis en que nos encontramos ahora. Pero entonces, siempre dentro de la visión bíblica, salta a la vista otra realidad: El plan original divino para la raza humana no incluía la existencia del mal. Decía Erick Holt Giménez, director del Instituto para la Alimentación y el Desarrollo de Pólizas, que “el hambre es causada por la pobreza y la inequidad, no por la escasez”.11 Los grandes desafíos ambientales y poblacionales que enfrentamos no se deben a la escasez de recursos. Es más, ni siquiera podemos hablar de superpoblación, porque está demostrado que el planeta tiene espacio y capacidad para sostener aún más habitantes de los que ya hay. Nuestros problemas nacen de algo menos concreto: el egoísmo humano.

Nadie puede negar que en este planeta hay cosas que maravillan por su bondad y belleza: una flor agitada por la brisa, un nióo en brazos de su madre, un macizo montañoso bañado por el sol de la tarde, el mundo submarino lleno de millones de peces multicolores. Sí, en el mundo vemos cosas que nos asombran y conmueven. Pero al mismo tiempo vemos muerte y maldad, pobreza y desnutrición, sequías y desastres, calentamiento global y guerras, multitudes que viven en condiciones infrahumanas. ¿Cómo entender esta contradicción?

Decía G. K. Chesterton que en este planeta es posible encontrar aquí y allá fragmentos del paraíso. Toda esa belleza y bondad que todavía vemos son vestigios que sobreviven de un naufragio. Este mundo tuvo en el pasado la belleza y la bondad que todavía vemos pero sin lo malo y triste que ahora encontramos en él. Dios lo creó hermoso y perfecto y sin el mal que ahora nos agobia (ver Génesis 1:31).

Es evidente que una debacle de orden moral ocurrió en este planeta. Solo así se puede explicar que la belleza y la armonía se vean rotas por la violencia y la muerte. La Biblia lo pone en términos muy sencillos: Adán y Eva pecaron contra el Creador del universo, y así se rompió el orden original establecido por Dios (ver Génesis 3:1-7, 16, 17).

Según la Biblia, esta es la razón por la que hoy vemos un mundo en decadencia. Nuestra crisis no nace del agotamiento de los recursos naturales sino del agotamiento de las reservas morales de la humanidad. Esto se nota en los esfuerzos de los líderes de las naciones al tratar de crear consciencia para que cuidemos el medio ambiente y para que colaboremos en la construcción de una sociedad más humana.

Pero tal cosa no será posible a menos que haya un cambio del corazón. Esta es la propuesta bíblica: que el hombre sea liberado de su egoísmo y orgullo y vuelva a estar en armonía interior con el espíritu de la ley divina. La Biblia concluye su narración apuntando a un día en el que Dios intervendrá en nuestra rutina: aparecerá de manera visible y estrepitosa para detener la autodestrucción humana (Apocalipsis 20). Entonces, aquellos que fueron limpiados previamente de toda forma de egoísmo y orgullo por el poder divino, recibirán el permiso de residencia eterna en este planeta restaurado a su condición original. Que puedas estar en ese grupo.

El autor es licenciado en Teología y escribe desde Orlando, Florida.

* Todas las citas bíblicas han sido tomadas de la Nueva Versión Internacional® derechos reservados © 1999 pr Biblica, Inc.®. Utilizado con permiso.

** En caso de que le interese la bibliografía, búsquelo en el sitio web de esta revista: www.elcentinela.com.

Referencias

1. Population Institute [Instituto sobre población], “Why Population Matters” [Por qué la población es importante]. Consultado el 5 de abril, 2016. Recuperado de https://www.populationinstitute.org/resources/whypopulationmatters/

2. The World Counts [El mundo cuenta], How Many Babies are Born Each Day? [¿Cuántos bebés nacen cada día?], Consultado el 2 de abril, 2016. Recuperado de http://www.theworldcounts.com/stories/How-Many-Babies-Are-Born-Each-Day

3. UN News Centre [Centro de noticias de las Naciones Unidas]. Consultado el 3 de abril, 2016. Recuperado de http://www.un.org/apps/news/story.asp?NewsID=51526#.VwVTdcdUNFI

4. United Nations, Department of Economic and Social Affairs [Naciones Unidas, Departamento de asuntos económicos y sociales], “Human Rights” [Derechos Humanos], consultado el 4 de abril, 2016. Recuperado de http://www.un.org/en/development/desa/population/theme/rights/

5. Alternative Energy [Energía alterna], “Population” [Población]. Consultado el 4 de abril, 2016. Recuperado de http://www.altenergy.org/nonrenewables/population_part_four.html

6. 20 Minutos, “El mundo pierde cada año una superficie de bosque equivalente a Portugal”, consultado el 6 de abril, 2016. Recuperado de http://www.20minutos.es/noticia/12329/0/dia/forestal/deforestacion/

7. Science Daily [Ciencia diaria], “Urbanization: 95% of the World’s Population lives on 10% of the Land” [Urbanización: 95% de la población mundial vive en un 10% de la tierra]. Consultado el 5 de abril, 2016. Recuperado de https://www.sciencedaily.com/releases/2008/12/081217192745.htm

8. Center for Biological Diversity [Centro para la diversidad biológica], “Human Population Growth and Extintion” [Crecimiento y extinción de la población humana]. Consultado el 6 de abril, 2016. Recuperado de http://www.biologicaldiversity.org/programs/population_and_sustainability/extinction/

9. World Hunger [Hambre mundial], “World Hunger and Poverty: Facts and Statistics” [Hambre mundial y pobreza: Hechos y estadísticas], accesado el 6 de abril, 2016. Recuperado de http://www.worldhunger.org/articles/Learn/world%20hunger%20facts%202002.htm

10. The World Bank [Banco Mundial], “Poverty Overview” [Vistazo a la pobreza]. Consultado el 2 de abril, 2016. Recuperado de http://www.worldbank.org/en/topic/poverty/overview

11. Huff Post Taste, “We Already Grow Enough Food for Ten Billion People” [Ya producimos suficiente comida para diez mil millones de habitantes]. Consultado el 2 de abril, 2016. Recuperado de http://www.huffingtonpost.com/eric-holt-gimenez/world-hunger_b_1463429.html

Población mundial: Promesa de un mundo mejor

por Edwin López
  
Tomado de El Centinela®
de Julio 2016