Con mucha frecuencia las personas me preguntan: “He escuchado mucho acerca de la quinoa, pero dígame, ¿para qué sirve, cómo se prepara y cuáles son sus beneficios?”
Originaria de Perú y Bolivia, la quinoa es un alimento muy nutritivo. Para los incas era el alimento de oro. Ellos le llamaban Chisaya Mama que en quechua significa “la madre de todos los granos”. Lo que para la antigua civilización inca fue un integrante muy valioso de su régimen alimentario cotidiano está hoy a tu alcance. Veamos algunas propiedades de la quinoa y sus beneficios para la salud.
Fuente de proteína
La quinoa contiene aproximadamente de 16 a 23 por ciento de proteína, un porcentaje excelente comparado con otros granos y semillas. Pero no se trata solo de la cantidad, si no también de la calidad. Se considera que la mayoría de los granos son insuficientes como fuentes de proteínas completas, porque carecen de cantidades adecuadas de lisina e isoleucina, pero “la quinoa cuenta con los aminoácidos esenciales para hacer una proteína completa y que son fácilmente digeribles para ser aprovechados mejor”, explica la doctora Jenny Ruales, de la Universidad de Lund, en Suecia.
Ayuda en la digestión
De acuerdo con el Dr. Yikyung Park, del Instituto Nacional del Cáncer: “La fibra contenida en este alimento provocaría una rápida sensación de saciedad, por lo que te ayudaría a comer menos durante el día, facilitando la pérdida de peso”. Una porción de quinoa proveerá aproximadamente el veinte por ciento necesario para un día.
Libre de gluten
Según una encuesta realizada en 2013,* alrededor de un tercio de las personas en los Estados Unidos están tratando de minimizar el consumo de gluten, o evitarlo. La quinoa es excelente para las personas con intolerancia al gluten (la proteína del trigo) que en muchos casos causa inflamación estomacal o flatulencias.
Puedes incluir la quinoa en sopas, cereales, licuados, postres y mucho más. Si tienes intolerancia al gluten, la quinoa es una buena opción.
Hoy es el mejor día para cuidar tu cuerpo, que pertenece a Dios y él desea que lo mantengas sano y vigoroso (3 Juan 2).