El dolor de garganta es molesto y muy contagioso. Puede ser producido por infecciones virales o bacterianas. Hay que combatirlo de inmediato.
Pero tenemos buenas noticias. Existen remedios caseros que pueden ser efectivos contra ciertas infecciones y que te ayudarán a prescindir de los antibióticos. Además, estos remedios son fáciles de preparar y administrar, y muy económicos.
1 El ajo
Según un informe presentado por el Departmento de Química Biológica del Weizmann Institute of Science de Rehovot, Israel, la alicina, uno de los principales principios activos del ajo recién triturado, tiene una variedad de actividades antimicrobianas. Agrega el ajo crudo a la comida.
2 La miel cruda
La miel cruda puede ayudar a tratar condiciones respiratorias como el dolor de garganta, ya que posee propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias, y puede mejorar la inflamación. De acuerdo a una investigación publicada en la Iranian Journal of Basic Medical Sciences, la miel tiene un efecto inhibitorio en aproximadamente sesenta especies de bacterias. úsala con agua tibia mezclada con un poco de limón para traer alivio a tu garganta inflamada.
La echinacea
Según una investigación realizada en la Universidad de Connecticut, Estados Unidos, el consumo de echinacea reduce las posibilidades de contraer un resfriado en casi un 58 por ciento. Esto se debe a que la echinacea tiene propiedades antivirales; así contribuye a combatir las infecciones que conducen al dolor de garganta. Se puede usar en forma de té con un poco de miel durante el día o por la noche.
Los remedios caseros para el alivio de malestares físicos han sido y siguen siendo parte de la cultura de muchas personas. El ajo, la miel cruda y la echinacea son dignos ejemplos de ello. Recuerda que si la inflamación y el dolor de garganta persisten, es sabio acudir a un médico. Y cuando la ciencia no puede hacer una mejoría en tu salud, no se te olvide consultar con el Médico por excelencia, Cristo Jesús, quien te dice: “Yo soy Jehová tu sanador” (éxodo 15:26). Si padeces dolor de garganta u otra enfermedad, no te desalientes. Confía en que Jesús puede devolverte la salud, el vigor y la alegría, conforme a su voluntad. Búscalo, y sé sano y feliz.
El autor es nutricionista y entrenador personal. Escribe desde Seattle, Washington.
