Nunca es más viril el hombre que cuando respeta a la mujer que aún no es suya, porque no la ha desposado.
¿Qué tienen en común Tim Tebow, Nathan Kress y Kaká? Ellos tienen en común la castidad.
El actor Nathan Kress cree en los beneficios de la castidad, porque la ha practicado. Respecto a su relación de pareja, Nathan declaró: “Elegimos llegar castos al matrimonio, la Biblia enseña que el verdadero amor se encuentra en la noche de bodas. Para nosotros la primera noche fue bellísima”.1
Kaká, el futbolista de la selección de Brasil, dijo al respecto. “Soy un chico normal. No fue fácil llegar al matrimonio sin haber estado nunca con una mujer. Con Caroline, nos besábamos y había deseo, pero siempre nos hemos contenido. Si hoy nuestra vida matrimonial es hermosa, creo que es porque hemos sabido esperar”.2
Y Tim Tebow, jugador de las guilas de Filadelfia, reveló en 2012 que solo deseaba iniciar su vida sexual en el matrimonio.3
La castidad no es solo una enseñanza bíblica, es también un factor de bienestar, comprobado por la ciencia.
La castidad y el cuerpo
Se ha comprobado que la práctica de las relaciones sexuales antes o fuera del matrimonio pone en riesgo la salud. Hay muchas enfermedades de transmisión sexual. Estas son algunas: sífilis, sida, cervicitis, sarna, piojos púbicos, candidiasis genital, herpes oral y genital, verrugas genitales, uretritis masculina por clamidia, molusco contagioso, tricomoniasis, clamidia, enfermedad inflamatoria pélvica, vaginitis, faringitis gonocócica, hepatitis B y C, proctitis, condiloma acuminado, gonotoxemia (diseminada), chancro, gonorrea, granuloma inguinal, y linfagranuloma venéreo.
Las consecuencias de estas enfermedades varían, pero algunas son muy graves, como la sífilis. Esta enfermedad puede causar daños irreversibles de acuerdo a la fase en que se encuentre.4
Todas estas enfermedades pueden prevenirse con el método de Dios, la abstinencia del coito durante la soltería y el noviazgo, y la monogamia, una sola pareja sexual para toda la vida. El tratamiento de algunas enfermedades es caro, y otras no se curan. Además, los hijos, los nietos y aun los bisnietos pueden ser afectados por estos males, pues, como dice la Biblia, se transmiten hasta la tercera y a veces hasta la cuarta generación (ver xodo 20:5).
La castidad y la mente
Cada ser humano tiene una capacidad de amar. El ciento por ciento de esa capacidad debiera ejercerse en el matrimonio. Pero muchos la van dilapidando en sucesivas relaciones sexuales, y cuando llegan al matrimonio ya les queda muy poco.
La sexualidad femenina va más allá de un acto físico y una reacción química en el que la relación íntima cataliza las reacciones hormonales. La mujer se entrega emocionalmente. Se produce el fenómeno del apego. En la entrega, la costilla primigenia ha encontrado su cuerpo. Y si ya no es casta, cada nueva relación sexual le trae a ella recuerdos del primero con quien hubo copulado.
En el caso de las relaciones casuales que no pasan del nivel hormonal, cuando el varón termina y se da la vuelta ella se siente usada, como el objeto que es devuelto al armario después de haber prestado un servicio. Cuando una chica tiene relaciones sexuales, todo su cuerpo se prepara para la procreación. Las hormonas trabajan en espera de convertir aquel cuerpo en cuerpo de madre. Frustración y escepticismo con respecto al amor es el efecto psicológico que padece una chica cuando su entrega física y mental no es correspondida con los sentimientos de seguridad que solo genera el vínculo matrimonial. El cinismo es la moneda con la que pagan muchas chicas frustradas por el amor.
En cambio, cuando una mujer se entrega a su esposo, al hombre que públicamente le prometió a ella y se comprometió consigo mismo a darle amor y fidelidad de por vida, ella disfruta la afirmación de la relación, la fusión de su alma con la de su hombre, y luego la bonanza del idilio.
Por otra parte, si bien el varón no padece el mismo fenómeno hormonal de la fémina en el acto sexual, una y otra “conquista” realizada para apuntalar su autoestima masculina solo genera inmadurez emocional y egoísmo, que se traduce en dificultad para establecer un vínculo de amor sostenible en el tiempo.
Nunca es más viril el hombre que cuando respeta a la mujer que aún no es suya, porque no la ha desposado. Y nunca es ella más feliz que cuando su esposo la valora por lo que es y no por el placer carnal que produce.
Conclusión
Si te parece anticuado ser casto y procurar la pureza sexual, tal vez te interese saber lo que piensa de Nathan y de Kaká la famosa Paris Hilton: “No me burlo de ellos. Es algo genial que decidan mantenerse vírgenes. Creo que ellos son buenos chicos”.5
Te recomiendo esperar hasta el matrimonio, para que el día de su boda y su luna de miel, tú y tu cónyuge reinventen el Edén, pues “estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban” (Génesis 2:25).
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PARA UNA VIDA SEXUAL SALUDABLE
Hay una gran preocupación en todo el mundo acerca de los programas de educación sexual y de prevención dirigidos a los adolescentes para protegerlos de contraer enfermedades de trasmisión sexual, como el VIH/sida, o los embarazos indeseables.
Con alguna excepción, en la mayoría de los países la tendencia general es que los adolescentes se inicien más temprano en la actividad sexual genital sin la preparación necesaria, con los consecuentes riesgos. Esta preocupación ha producido una cantidad muy grande de investigaciones y de presentación de propuestas para evitar los riesgos y alcanzar una sexualidad saludable.
La política tradicional de los Estados Unidos en educación sexual se ha fundado en el fomento de la abstinencia y en informar acerca de los métodos anticonceptivos (ver en bibliografía Lindberg). Los resultados no lograron elevar la edad del inicio de la actividad sexual. Esta metodología tampoco dio resultados en otros países, como Colombia (ver Campo), Cuba (ver García), Chile (ver Vigil) y Brasil (ver Berdugo). Aunque los adolescentes escuchan a sus padres que les hablan de abstinencia, sus comportamientos van en otra dirección, y por ello no comparten sus experiencias para evitar las recriminaciones. Esta resistencia silenciosa genera aun más dificultades para ayudar a que los hijos tengan una sexualidad sana y libre de altos riesgos (ver Jones).
Las investigaciones han encontrado que la abstinencia sexual tiene importantes beneficios: mejora el número de los espermatozoides y el volumen del semen en los hombres (ver De Jonge); es el mejor método de prevención de las enfermedades sexuales y los embarazos indeseables; genera las mejores condiciones emocionales para la madurez sexual. Pero también se ha descubierto que la promoción de la abstinencia fracasa cuando los jóvenes ya han iniciado una vida sexual activa (ver Sather y Zinn), por lo que se sugiere, además de incentivar la abstinencia, la realización de programas de prevención más completos.
Un estudio muy completo de evaluación de los modelos de educación sexual (ver Vigil) propone que los programas de prevención se basen en los siguientes principios para obtener mejor resultados:
- Que estén fundados en la promoción de un estilo de vida saludable. Por ejemplo, incentivar la actividad física y evitar el tabaco y el alcohol.
- Que incluyan a los padres, para lograr su mayor participación y mejorar el nivel de comunicación con sus hijos adolescentes. Los padres pueden enseñarles técnicas de negación, y advertirles acerca de las situaciones de alto riesgo en las que podrían encontrarse. Por ejemplo, las parejas de adolescentes no deberán encontrar tiempo y espacio para estar solos.
- Que contrarresten las influencias sociales y de los medios de comunicación con firmes valores de familia y conductas saludables.
- Que consideren el entrenamiento en técnicas de negación consistentes y adecuadas a la edad y entorno social del adolescente.
- Que actualicen la información científica acerca del valor de la abstinencia.
Investigación editorial.Por razones de espacio no podemos publicar toda la bibliografía, en caso de que le interese, solicítela a esta dirección: Ricardo.bentancur@pacificpress.com
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