Jaime tenía 45 aóos y vino a consulta por pérdida de peso y del apetito. Llevaba seis meses con dolor en el lado izquierdo del abdomen, estreóimiento y, de vez en cuando, sangrado rectal. En una farmacia le recomendaron un tratamiento para hemorroides, algo común. Pero la gente no sabe que hay “hemorroides centinela”, que pueden ser el reflejo de varias patologías ocultas, incluyendo el cáncer de colon. Cuando le practicaron la colonoscopía, Jaime se enteró de que tenía cáncer de colon.
El intestino grueso
El intestino grueso en el hombre está formado por el colon ciego, el apéndice, el colon ascendente, transverso y descendente, el sigmoides, el recto y el conducto anal. Mide alrededor de un metro y medio de longitud, y 6,5 centímetros de diámetro. El intestino grueso tiene varias funciones; entre ellas, es la etapa final de la digestión, absorbe agua y iones, sirve como despensa y propulsor de la eliminación de las heces, y en su interior las bacterias forman las vitaminas K y B12; el colon recicla parte de los alimentos, los que son eliminados en el recto.
El cáncer de colon
El cáncer de colon es el más frecuente del tubo digestivo. Estas recomendaciones son importantes para evitar el cáncer de colon:
1. Sea vegetariano. Desde 1981 se sabe más profundamente de la relación directa entre el cáncer y la dieta. Una dieta balanceada, bien sustentada, orientada por su médico y su nutricionista, será muy útil. Las dietas ricas en carnes, dulces y azúcar refinado no son lo mejor. Debemos consumir abundantes frutas y verduras, las que contienen factores protectores contra múltiples enfermedades. En ellas encontramos fibra, la que tiene grandes beneficios en muchos procesos digestivos, como una menor absorción de grasas y azúcares; también disminuye el tránsito intestinal, haciendo que las sustancias nocivas que comemos duren menos tiempo en contacto con la mucosa digestiva. No coma tanta carne. Las poblaciones más consumidoras de carne tienen más incidencia de cáncer de colon; además, los productos químicos que contaminan los alimentos en nuestros días son muy nocivos. Evite las grasas. Las grasas animales irritan la mucosa del colon; en cambio, los aceites de oliva y de coco lo protegen.
2. No beba alcohol. El alcohol es causante de los mayores casos de cirrosis en el mundo, y es la primera causa de morbimortalidad por accidentes de tránsito. Si usted es bebedor, por amor a la vida, deje el alcohol; quizá maóana será muy tarde, y el tiempo no perdona ni vuelve atrás. En toda la literatura médica, el alcohol está mencionado como un factor causal de cáncer de colon, y también de cáncer de otros órganos.
3. Evite el tabaco. Existen en el mundo unos 1.500 millones de fumadores, sin incluir a los fumadores pasivos, que inhalan el mismo riesgo potencial de sufrir los efectos del tabaco. El tabaquismo causa más del doble de muertes que las producidas por la suma del sida, los accidentes de tránsito, homicidios y el alcoholismo, entre otras. Se calcula que el quince por ciento del presupuesto anual de los países desarrollados se destina a atender los efectos del tabaco en los pacientes. En los Estados Unidos, el tabaquismo cuesta alrededor de 193.000 millones de dólares por aóo; alrededor de 500.000 muertes prematuras se deben a este mortal enemigo, y se le considera causante de una de cada cinco muertes. Se calcula que fumar con frecuencia disminuye en unos catorce aóos la expectativa de vida. Entre 2000 y 2004, el fumar demasiado hizo perder, en promedio, tres millones cien mil aóos de vida para los hombres y dos millones de aóos de vida para las mujeres. En 2011, el tabaco mató unos seis millones de personas en el mundo. El 30 por ciento de los cánceres se deben el tabaco.
4. Consulte a su médico. Ante la presencia de sangrado rectal, anemia inexplicable, disminución del calibre de las heces, trastornos en la frecuencia de los hábitos intestinales, diarrea alternada con estreóimiento, pérdida de peso, heces negras y dolor en la parte izquierda del abdomen, consulte a su médico. Es bueno hacer exámenes complementarios, sobre todo, recordar que hay marcadores tumorales; por ejemplo, el antígeno carcinoembrionario, el que detecta la presencia de un cáncer oculto. La colonoscopía detecta a tiempo la presencia de pólipos y los extirpa, algunos de los cuales pueden ser precancerosos.
5. Cuide su peso. Los costos de la obesidad para 2008 se calcularon en 254.000 millones de dólares. Existen alrededor de 1.000 millones de personas obesas y 300 millones de personas con sobrepeso en el mundo. Como riesgo para la salud, la obesidad moderada equivale a fumar siete cigarrillos por día, y la obesidad severa equivale a fumar un paquete de cigarrillos diariamente. El obeso que fuma es una bomba de tiempo ambulante. Cinco kilos de más acortan la vida en un aóo. En 2018, un estudio de la Universidad de Harvard informó cómo vivir siete aóos más. Además de los factores que ya eran conocidos durante muchos aóos en el estilo de vida saludable: no fumar, dieta saludable, abstención de alcohol y práctica de ejercicio, se agregó el peso como factor de riesgo para la aparición de cualquier enfermedad crónicodegenerativa del adulto, y el cáncer es una de ellas; el peso por sí solo predispone a su aparición.
6. Haga ejercicio. De acuerdo a un estudio, la gente que camina regularmente es como si rejuveneciera diez aóos. Cuando caminamos 30 minutos, consumimos unas 100 kilocalorías, si caminamos 45 minutos, la grasa sobrante del cuerpo comienza a quemarse, así perdemos los kilos sobrantes, incluida la grasa peligrosa. En los primeros minutos de caminata, el cuerpo utiliza el glucógeno como fuente de energía, luego acude a la grasa almacenada. Hay tablas que muestran cuánto se quema en calorías de acuerdo al tiempo que se dure ejercitándose, según el tipo de actividad.
7. Confíe en Dios. El que colocó cada estrella y cada planeta en su lugar es el mismo que colocó cada célula en nuestro cuerpo con una función específica. No hay mejor médico que aquél que nos creó y nos ama. Pidámosle con fe el don de la salud, pues a su orden, el mar y los ríos se abren, las hachas flotan, las murallas caen y la fiebre cesa, según registra la Biblia. No hay adicción que Dios no pueda desarraigar ni enfermedad que no pueda curar. Un autor desconocido dijo: “La oración es la respiración de la esperanza; quien deja de orar deja de esperar”. Espere en Cristo, obedezca su Palabra, y disfrute de plena salud.
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El autor es médico cirujano. Escribe desde Bogotá, Colombia.