Para mejorar la salud es necesario cuidar el sistema digestivo. A su vez, la salud digestiva es impactada directamente por el tipo de alimentos que ingerimos y por el estilo de vida. Por eso, si ignoras cómo cuidar tu salud digestiva, podrías correr el riesgo de no absorber adecuadamente los nutrientes necesarios.
Si sigues estos consejos, ayudarás a tu sistema digestivo a realizar una función más eficaz en la digestión y absorción de nutrientes y, por ello, tendrás mejor salud.
Horario regular para comer
Un horario regular de comidas puede ayudar a tener un sistema digestivo saludable. Relájate y saborea tu comida por lo menos durante treinta minutos en el desayuno, el almuerzo y la cena. Procura mantener los mismos horarios todos los días. Recuerda, ¡tu salud vale la pena! No dejes que los afanes y el trabajo te roben la salud que Dios quiere que disfrutes. Elige tus horarios de comidas, y comienza hoy.
Probióticos
Los probióticos (buenas bacterias) son un tipo de bacteria que se encuentra de manera natural en el tracto digestivo, y contribuyen a combatir los efectos del uso de antibióticos, el estrés y la mala alimentación. Como fuente de probióticos, algunos prefieren el yogur, otros el chucrut [Sauerkraut] (repollo fermentado) o un suplemento de buena calidad. No importa cuál prefieras, lo importante es cuidar la salud de tu sistema digestivo como consideres conveniente para tu estilo de vida.
Mantente hidratado
Es muy difícil tener buena salud digestiva sin mantener el cuerpo hidratado. El agua tiene una función muy importante en el sistema digestivo, ya que la fibra atrae el agua hacia el colon, facilitando unas heces más blandas y voluminosas y permitiendo una mejor evacuación. Inicia con 16 onzas de agua tibia con un limón cada día por la maóana, y mantente hidratado todo el día tomando aproximadamente 8-12 vasos de agua de ocho onzas. Es preferible tomar el agua entre comidas y no con la comida.
Mucha gente no ha cuidado su sistema digestivo y por ello ha contraído enfermedades fáciles de prevenir con un poco de precaución. Pero tener un horario regular de comidas, usar probióticos y mantener el cuerpo hidratado pueden hacer maravillas en favor de la salud digestiva. La formación de nuevos hábitos no es fácil pero tampoco es imposible. Si alguna de estas prácticas te parece difícil, recuerda que no estás solo; ruega a Dios que su Espíritu Santo te guíe y te imparta fortaleza y ánimo para mejorar tu estilo de vida. Comienza hoy.
El autor es nutricionista y entrenador personal. Escribe desde Seattle, Washington.