“Todo es bello en el hogar cuando hay amor”, dice un inspirado himno cristiano. El amor y la salud van de la mano. Al culminar la creación, Dios dijo: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él” (Génesis 2:18), dando a entender que lo había creado para relacionarse. Por eso, el cultivo de buenas relaciones arroja beneficios inmensos. Es lamentable que a causa de los desengaños o la adversidad el amor de muchos se haya enfriado. Si esto te está ocurriendo, te invito a fortalecer tus relaciones por medio del amor, y tú y tus seres amados tendrán mejor salud. Estos son algunos beneficios del amor.
Una vida más feliz
Los seres humanos anhelamos ser felices. Pasamos la vida tratando de satisfacer dicho anhelo. Unos buscan la felicidad en el sombrío y peligroso mundo de las drogas, otros la miden por la grandeza de su cuenta bancaria; pero de acuerdo a un estudio publicado en el Journal of Family Psychology, la felicidad depende más de la calidad de las relaciones familiares que del dinero. ¿Quieres ser feliz? Ama a tu familia mediante actos de bondad y servicio.
Mejora el estrés
El cortisol es una hormona que se libera en respuesta al estrés, lo que resulta en un incremento de la presión arterial. Pero el amor aumenta la producción de la hormona de la felicidad y el bienestar, la oxitocina, la que reduce el riesgo cardiovascular. Así que tus manifestaciones de amor beneficiarán a tu corazón. Por eso acostumbro decir: “Amando, amando, y el estrés bajando”.
Más belleza
Según la psicóloga Anna Gil, la belleza es uno de los cambios físicos que una persona puede experimentar en la etapa del enamoramiento. Estos cambios se manifiestan en el embellecimiento del cabello, la piel y las uñas, y se deben al aumento de estrógenos cuando se comparte el amor. El apóstol exhorta: “Amados, amémonos unos a otros” (1 Juan 4:7), porque Dios desea que sus hijos sean bellos.
¿Te gustaría obtener estos beneficios ahora mismo? Permite que Dios implante su amor en tu corazón y los tendrás. Te invito a decidir amar sin medida, porque el amor no es un sentimiento sino un principio. Tal como recomendó el apóstol Pablo, procuremos “la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor” (1 Corintios 13:13). Y tendremos mejor salud.
