Número actual
 

Llegó la época del año cuando la familia se reúne para celebrar la Navidad. En estas fiestas no pueden faltar los platillos tradicionales y el aumento del apetito. Galletas por aquí, pasteles por allá, y tamales por otro lado. Es muy difícil abstenerse de los platillos de mamá, la comida de nuestra infancia. Pero las calorías de estos “antojitos” se acumulan; y si te conduces como la mayoría de los estadounidenses, para el comienzo del año nuevo habrás aumentado de peso de medio a un kilo (una a dos libras).

—Un kilo no es mucho— tal vez dirás. Pero según los investigadores de los Institutos Nacionales de Salud, la mayoría de los estadounidenses nunca pierde el peso ganado durante las fiestas invernales. Los kilogramos se acumulan año tras año, y finalmente se convierten en un peligro para la salud. He aquí unos consejos útiles para no excederte.

Conversa más

Acude a las fiestas pensando en conversar y no solo en comer. Aprovecha la ocasión para conversar con los familiares y los amigos de las vivencias del año que está terminando. La conversación te ayudará a desviar tu mente de la comida. “Claro —dirás—, yo como más cuando converso”, pero cuando hablo de conversación estoy diciendo que todos tus sentidos estén concentrados en la plática, porque, como dice el dicho, “poco tiempo a la boca, mucho tiempo a las caderas”.

No vengas con hambre

Según la psicóloga Carol Goldber, la planificación anticipada te ayudará a mantener la disciplina cuando enfrentes la tentación. Es sabio ir a la fiesta navideña con algo en el estómago. Si no pudiste comer antes de ir a la fiesta, bebe un vaso de agua antes de servirte la comida. Esto hará que te sirvas menos.

Planea una caminata

Comienza una nueva tradición navideña haciendo una caminata familiar. Caminen después de la comida. Esto favorecerá la digestión y contribuirá a quemar unas cuantas calorías. En nuestra familia tenemos nuestra caminata tradicional: la “Caminata Santana”. Después de la comida salimos a caminar, aun los pequeñitos. A los niños más pequeños que aún no caminan los llevamos en sus carritos. Esto es divertido, mantiene la mente apartada de la comida, y contribuye a la salud.

Que en estos días navideños puedas disfrutar de tu familia y seguir estos consejos para mantener tu peso. Y mientras te ofrezco un abrazo navideño, te extiendo la invitación a escuchar la voz de Dios que nos dice. “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31).

Muévete

por Oscar Santana
  
Tomado de El Centinela®
de Diciembre 2015