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“Si aceptamos a las personas como son,
únicamente las haremos peor de lo que son.
Si las tratamos como si fuesen lo que debieran ser,
las ayudaremos a convertirse en lo que son capaces de hacer”.
Johann Wolfgang von Goethe

Renacer es posible

“No quiero seguir en esto porque tengo un hijo de diecisiete años y otra de trece. Con qué cara les puedo decir que no se metan en estas cosas, si saben que yo ando en la calle, cambiando hasta la ropa por algo para fumar”, comenta Laura, con la vista fija en el piso. Tiene 36 años y tres hijos, es adicta al crack desde hace dos años. Empezó a consumir, por “pena y aburrimiento”, poco tiempo después que enviudó. Hace una semana, inició un tratamiento de rehabilitación internándose en un centro de recuperación para adictos. Laura hizo lo correcto, decidió por la vida y comenzó la lucha.

Superar las adicciones es difícil, pero no imposible. Los datos de las estadísticas son un tanto pesimistas, ya que informan que solo entre el 20 al 30 por ciento de los adictos logran rehabilitarse, luego de someterse a tratamientos intensivos para superar su adicción. Estos datos son semejantes en Estados Unidos, Europa y en Latinoamérica. Hay que interpretar que aquellos que perseveran y ponen todas sus energías en lograr el éxito son los que consiguen vencer y alcanzar una vida mejor para sí mismos y para quienes le rodean.

¨Por qué la gente es más constante y esforzada en contraer una adicción que en luchar para superarla? Muchas veces el consumo de alcohol o de alguna otra droga es visto como un reto, ¨porque no verlo igual a la hora de sobreponerse a ella? “A ver si eres capaz de tomar tantas cervezas”. “­Pruébala! ­Demuestra que puedes!” Con esos términos u otros parecidos se desafía a iniciar el consumo. Incluso hay torneos de resistencia o “maratones alcohólicas” para comprobar quién ingiere mayor cantidad, en una competencia tonta, que lleva a la autodestrucción. Los auténticos desafíos son aquellos que promueven la vida, no la muerte; los que glorifican y engrandecen la existencia, no la que la aniquilan o quebrantan. Esa es la propuesta que lanzamos: Enfrente el mal con la voluntad decidida a vencer, a ganarle a la droga. ­Con la ayuda de Dios usted puede ser un triunfador! ­Renacer es posible!

Una paciente alcohólica que estaba luchando para vencer su dependencia expresó su voluntad de sostener la abstinencia, haciendo alusión a la consigna de la bandera chilena: “Por la razón o por la fuerza”. Aunque luego de pensarlo un poco más, dijo: “Mejor sería, por la fuerza de la razón”. Personalmente le agregué: “Además de toda otra ayuda que puedas recibir. Todo lo que contribuya a tu restablecimiento debe ser bienvenido”. Precisamente, todas las drogas, no importa su composición química, tienden a dañar la razón y hacer perder su fuerza y poder. De ahí la necesidad de conjuntar todos los recursos disponibles para impedir el daño del potencial moral, mental y físico. La idea es poner el énfasis en sumar toda ayuda que pueda recibirse, como la familia, los tratamientos terapéuticos, los buenos amigos y especialmente la ayuda divina que puede obtenerse cuando se recurre al Dios todopoderoso con espíritu sincero.

Cómo superar la adicción

Aunque nada sustituye al tratamiento especializado que debe recibir quien padece la dependencia, hay algunos consejos que pueden resultar útiles. Los doctores W. Dryden y W. Matweychuk (2003), en el libro que lleva el título de esta sección, presentan algunas sugerencias o prescripciones que pueden auxiliar a quien desee vencer la adicción. Incluyen las siguientes:

1. Céntrese en lo que ganará al superar su adicción. Muchos piensan en todo lo que van a perder si dejan de consumir droga, fumar o tomar alcohol. Es mucho mejor ver el punto de vista positivo. El fumador que le cuesta respirar, que tiene permanentes catarros y no siente gusto a la comida, descubrirá sorprendido el sabor de una ensalada y que ahora puede llenar de oxígeno sus pulmones. Igualmente aquel que alcoholizado tuvo un accidente, verá que sobrio puede manejar con más seguridad y que sin droga en el organismo se rinde más en la escuela y en trabajo. Los logros de quien está libre de narcóticos son enormes, un incentivo poderoso para conquistar la alegría de vivir.

2. Establezca objetivos: Abstinencia versus consumo controlado de las sustancias. El camino más seguro es siempre la abstinencia. Algunos especialistas sugieren el método progresivo de cortar con la droga. Quien fumaba una cajetilla por día, puede fumar dos cigarrillos menos cada día, hasta la abstinencia total. Hay quienes le funcionan este método, a otros no. Estos deciden terminar para siempre de un solo golpe, como cuando se le corta la cola a un perro. El hecho principal es, más allá del corto o mediano plazo para alcanzar la abstinencia, ponerse el objetivo de lograr la abstinencia definitiva. Esa es la meta por la cual hay que luchar sin claudicar, “sin prisa pero sin pausa”, hasta imponerse el nuevo estilo de vida saludable.

3. Descubra la función que juega su adicción para usted. ¨Por qué bebe, fuma o consume alguna droga? ¨Cuándo lo hace? ¨Al sentirse triste? ¨Es para olvidar alguna pena o una preocupación? ¨Es mayor el deseo cuando está aburrido o disgustado o enojado o frustrado? Un paciente me comentaba que iba al bar cuando la esposa lo regañaba. Un joven se encerraba para no consumir pero venían los “amigos” y salía a drogarse. Un estudiante recurría a las anfetaminas para mejorar su rendimiento en el estudio. ¨Qué rol juega la adicción en su vida? Reconocer esa función ayuda a encontrar la verdadera solución, como sería resolver los conflictos de pareja en el primer caso, tener amigos abstemios, en el segundo caso y estudiar más, sin la ayuda de estimulantes que traen a la larga más trastornos que provecho.

4. Reconozca el importante papel que las actitudes y las creencias juegan para determinar sus emociones y vencer el consumo de sustancias. “Total, de alguna manera hay que morir”, decía un adicto al explicarle el riesgo que corría su vida con el consumo. “Yo soy fuerte, no me va hacer nada”, agregaba otro adicto, menospreciando los efectos letales de la cocaína. “Yo puedo manejar hasta con los ojos cerrados”, argumentaba un hombre alcoholizado al advertírsele los peligros de conducir ebrio. Hay creencias racionales y otras irracionales. Las primeras están ajustadas a la realidad y son la base de los comportamientos sanos y funcionales. Los ejemplos mencionados son expresiónes de creencias irracionales que distorsionan la imagen de sí mismo y la realidad externa. Nunca se debe minimizar los efectos altamente destructivos de las sustancias adictivas ni sobrestimar la propia capacidad para controlarlas.

5. Mantenga el control frente a la tentación. La tentación es repetitiva y adictiva. Cuando usted cede a ella, se envuelve en una tela de araña de donde es difícil escapar. Si se va conduciendo por una carretera con acantilado, lo mejor es manejar lo más lejos posible del precipicio para no caer en él. Para estar seguros, lo mejor es alejarse del peligro, no jugar con él ni exponerse a sus riesgos.

6. Eleve su nivel de tolerancia a la frustración. Algunas personas no son capaces de tolerar la más mínima molestia, contratiempo o demora en la satisfacción de sus deseos; no soportan ningún sentimiento o circunstancia desagradable. No toleran la frustración. En los niños eso es un comportamiento normal. A los bebés hay que satisfacerles sus necesidades en forma inmediata, pero a medida que se crece hay que aprender a controlar los impulsos y elevar los niveles de tolerancia. Tal comportamiento es sinónimo de madurez y desarrollo. La droga lleva a las personas al estado del bebé. Es forzoso recuperar el control y la madurez.

7. Desarrolle una autoaceptación incondicional. Una de las creencias derrotistas más comunes es la convicción que uno es una persona inadecuada o inferior o incapaz de lograr nada bueno. Esa autoevaluación negativa es altamente perjudicial. La forma de rebatirla es aceptarse a sí mismo y perdonarse los errores. La autoaceptación incondicional alienta la confesión honesta y lleva a adquirir una mayor responsabilidad para el futuro. De ese modo, crecen las oportunidades para cambiar la dura realidad.

8. Conserve una mentalidad sana ante la vida. Para sostener la abstinencia y no recaer en el consumo, es importante afirmar los valores de la vida y desarrollar una mentalidad sana, vital y un sentido trascendente de la vida. Cuando se comprende que Dios dirige la vida y que todos hemos sido llamados por el Ser divino para llevar adelante una misión útil y valiosa, se fortalecen los valores superiores y se extinguen los impulsos autodestructivos. Entonces la existencia adquiere un nuevo significado, más pleno, fecundo y feliz.

Dryden W. y Matweychuk W. Cómo superar las adicciones. (Editorial Hispano Europea, S.A., Barcelona, España. 2003).


El autor es doctor en Psicología, psicólogo clínico, terapeuta de familia, investigador y escritor. Actualmente es catedrático de la Universidad de Montemorelos, Nuevo León, México.

Usted puede vencer su adicción

por Mario Pereyra
  
Tomado de El Centinela®
de Octubre 2008