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La vida nos demanda tomar decisiones en todo momento, pero pareciera que en esta época del año se intensifica la necesidad de hacer buenas resoluciones, con la expectativa de mantenerlas durante el transcurso de los meses.

He aquí algunas claves que nos ayudarán a elegir el mejor camino a seguir durante 2020. No te pongas a pensar cómo explicarle a Dios tus deseos o hacerle entender tu plegaria; pues, aunque suspendas todo deseo y te reconcilies con tu dolor, aun así, no conocerás a Dios. ¡Pide a Dios, primeramente, humildad, para que su presencia se sienta en tu corazón! Esta presencia divina hace estallar los diques de la conciencia y le da paz y lucidez a tu alma. Este instante de eternidad en tu corazón es lo que Jesús llama “la Luz del mundo”. Bajo esa Luz, nuestras decisiones serán sabias, y el tiempo lo confirmará.

Este es el modo correcto de suplicar, rogar, orar, pedir: No se trata, primeramente, de que Dios satisfaga nuestros deseos o necesidades, que responda nuestros pedidos, sino que se haga patente en lo profundo de nuestro ser. Esa Luz nos guía en el camino de la vida. Esa Luz se hace presente con la recta oración, que no pide explicación de nada, sino que ruega para que Dios se explique a sí mismo en nosotros.

¿Significa esto que no debemos pedir a Dios cosas específicas durante este año? ¡De ninguna manera! Significa que Dios es el origen de todas las cosas que pidas. él está antes que nuestros deseos. Sin la Luz de Dios no sabemos qué pedir ni cuáles son nuestras verdaderas necesidades. Dios enaltece nuestros deseos. él nos hace ver nuestras necesidades reales. En tal sentido, podemos entender lo que Jesús dice: “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo” (S. Juan 14:13).

La plegaria por los dones de Jesús en el corazón es respondida inmediatamente. Si lo invocamos, la presencia de Cristo en nuestra vida está garantizada. él es el Todo de la vida, de donde surgen nuestros deseos y necesidades. El evangelio nos aconseja que respondamos primero al deseo de Dios de morar en nuestro corazón en la persona de Jesús, y luego todas las demás cosas vendrán por añadidura durante el año que iniciamos (ver S. Mateo 6:33).

El autor es director de El Centinela.

Qué y cómo pedir en este nuevo año

por Ricardo Bentancur
  
Tomado de El Centinela®
de Enero 2020