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Te levantas de mañana y te sientes cansado, estás en tu trabajo y te sientes peor, te llaman tus amigos para ir al gimnasio y no puedes con tu alma. ¿Qué será?, te preguntas. Miras a tu alrededor y la gente va y viene con energía, pero tú no. ¿Has experimentado esto alguna vez? He aquí tres posibles facturas sorprendentes contribuyentes de tu cansancio.

1. No hacer suficiente ejercicio

El ejercicio físico ayuda en gran medida a mejorar la circulación sanguínea y transportar más oxígeno, lo que incrementa la energía. Según el investigador Patrick O'Connor, y en base a un estudio sobre el ejercicio y la fatiga en el que participaron unas 6.800 personas, se mostró con resultados de más del 90 por ciento que las personas sedentarias que se involucran en un programa de ejercicio mejoran su resistencia a la fatiga en comparación con quienes no se ejercitan. Comienza con una caminata de diez minutos por día. Si es posible, hazlo al aire libre, y disfruta de la naturaleza.

2. Cenar muy tarde

El cuerpo debería descansar y rejuvenecerse por la noche. Muchos se pierden estos beneficios porque cenan muy tarde. Si en las horas en que debió descansar, tu sistema digestivo estuvo ocupado, digiriendo, absorbiendo y asimilando los nutrientes, es natural que amanezcas cansado e irritable. Cenar moderadamente de tres a cuatro horas antes de dormir es mejor que comer y dormirse de inmediato. Así descansarás mejor y te levantarás con más energía.

3. Deshidratación

Si estás haciendo mucho ejercicio, trabajas demasiado, tomas diuréticos como el café o el licor, y no bebes suficiente agua, puedes estar en estado de deshidratación. Según el Dr. Louis Morledge, catedrático del New York Medical College, una leve deshidratación reduce el nivel de potasio y magnesio y baja la presión arterial, lo que contribuye al cansancio. ¿Como saber si has bebido suficiente agua? Pon atención al color de tu orina. Si es amarillenta, bebe más agua, hasta que adquiera un color completamente claro.

Dios desea que tengas salud y vigor. Pregúntate cuánto tiempo pasas haciendo ejercicio, a qué hora cenas, y cuánta agua estás bebiendo. Comienza desde hoy a vencer el cansancio, y acércate a tu Creador, quien te ayudará a lograrlo. Recuerda: “Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” (Isaías 40:30, 31).

Muévete

por Oscar Santana
  
Tomado de El Centinela®
de Febrero 2015