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No tenemos que ver las noticias para saber que este país está en crisis. En términos globales, hay una congelación del crédito, un descenso en las transacciones comerciales, hay muy poca construcción, y hay un aumento de precios. Todo esto está aumentando el desempleo y los despidos. También hay crisis particulares: ya sea espiritual, emocional, física, mental, financiera o familiar.

Hay crisis obvias y hay crisis ocultas o internas. Es difícil decidir, pero es posible que las ocultas sean las peores. Cuando se estudia el estrés, se descubre que la clave está en la manera en que la persona enfrenta internamente los estímulos externos. Los sonidos, las sorpresas, las noticias y los incidentes producen reacciones diferentes en diferentes personas.

Muchas personas buscan rápidamente los antidepresivos, los sedantes, el médico. Algunos buscan salidas egoístas como el suicidio. Algunos descargan sus frustraciones en su esposa o sus hijos. El caso es que el escapismo no resuelve mucho cuando llega la adversidad.

Si tenemos la oportunidad, es mejor prevenir la crisis, anticipando lo que puede llegar; pero muchas veces enfrentamos crisis inesperadas como la pérdida de un empleo, problemas súbitos de salud, un accidente. Hay mucha gente que habla de estrategias para enfrentar la crisis, y ciertamente hay estrategias útiles según el tipo de problema. Hay, no obstante, un recurso valioso y poco consultado en nuestros días: La Palabra de Dios. Entre sus centenares de consejos, hay un pasaje poco citado, que contiene principios útiles para evitar o enfrentar la crisis. Se encuentra en Proverbios 30:24-28:

“Cuatro cosas son de las más pequeñas de la tierra, y las mismas son más sabias que los sabios: Las hormigas, pueblo no fuerte, y en el verano preparan su comida; los conejos, pueblo nada esforzado, y ponen su casa en la piedra; las langostas, que no tienen rey, y salen todas por cuadrillas; la araña que atrapas con la mano, y está en palacios de rey”.

Aquí el sabio Salomón ilustra cuatro principios de la sabiduría por medio de ejemplos en el mundo animal: tres insectos y un mamífero. ¿Qué lecciones contiene para nosotros hoy?

1. La hormiga hacendosa. La alusión a la hormiga nos invita a ser diligentes, precavidos, a prepararnos para peores circunstancias (ver Proverbios 6:6-11). Su ejemplo nos invita a administrar mejor los recursos y el tiempo.

2. El conejo que se esconde en la roca. Aquí hay un principio espiritual. Nos habla de la fuente de nuestra seguridad. Lo importante no es si somos débiles o fuertes, sino dónde nos escondemos cuando viene el peligro. Primera de Corintios dice que la roca que seguía al pueblo de Israel era Cristo (10:4). Jesús nos enseñó a edificar nuestra vida en el fundamento seguro de la fe en él (ver S. Mateo 7:24-27).

3. La langosta que sale en cuadrillas. Aquí puede verse una alusión a la organización, la planificación. Cuando enfrentamos una crisis, bajamos la guardia, nos desmoronamos y no hacemos nada. Es el momento de organizarse mejor, de planificar mejor. De salir, pedir consejos, conseguir información.

4. La araña. El último animalito mencionado es la araña, “que atrapas con la mano, y está en palacios de rey”. Aunque es un ser vulnerable, pequeño y débil, vive en la casa del rey.

Puede que usted se sienta desprotegido, a la deriva, en la incertidumbre, pero recuerde que vive en la casa del Rey del universo. Asegúrese de vivir en la casa del Rey. Confíe en Dios, en sus promesas, y viva y salga confiado y organizado. Quizá tome tiempo, pero el éxito llegará.

Éxito en tiempos de crisis

por Miguel Valdivia
  
Tomado de El Centinela®
de Junio 2009